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Dietas milagro que comen la salud

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photo_camera Las dietas milagro prometen bajadas de peso express.
Los planes de adelgazamiento milagro traen consigo un alto riesgo para la salud. Por lo general eliminan un grupo de alimento o un nutriente y enfocan restricciones calóricas importantes  (dietas por debajo de  800 kcal/día)

¿Cuáles son los riesgos para la salud de las dietas y de los productos milagro?
Ana L. Gil. 
(Ourense)

Lamentablemente el fin de verano viene marcando en los últimos años, el pistoletazo de salida a las fórmulas de adelgazamiento rápido con las “dietas y productos milagro”. Surgen en esta época dietas variopintas, que lejos de promocionar una alimentación sana, prometen pérdidas de peso rápidas con el mínimo esfuerzo, poniendo en riesgo la salud.   

Los planes de adelgazamiento milagro traen consigo un alto riesgo para la salud. Por lo general eliminan un grupo de alimento o un nutriente y enfocan restricciones calóricas importantes  (dietas por debajo de  800 kcal/día). Suelen ser programaciones muy severas en energía, cercanas peligrosamente al ayuno y que en la mayoría de los casos no logran mantener una distribución adecuada de los nutrientes principales (proteínas, hidratos de carbono y grasas). 

El desequilibrio en energía y nutrientes derivado de este tipo de dietas  es incompatible con un buen estado nutricional. Resulta dañino para la salud no alcanzar los requerimientos nutricionales, ello puede provocar estados de desnutrición ó déficit de vitaminas y minerales, que favorece la aparición de osteoporosis y de trastornos en la coagulación sanguínea, por ejemplo. Además, una ingesta calórica inadecuada puede empeorar el riesgo cardiovascular de pacientes,  inducir cambios en el metabolismo energético que produzcan “resistencia” a la pérdida de peso y favorecer la aparición de trastornos de la conducta alimentaria,  entre otros riesgos.    

Por si esto fuera poco, la pérdida de peso inducida por las “dietas milagro”, se realiza mayoritariamente a expensas de la masa muscular y no del tejido adiposo. Esta “falsa” disminución de peso conlleva negativamente a la destrucción de un tejido protector (de huesos y articulaciones) muy activo metabólicamente. Esta situación agrava a su vez otro problema añadido, el temido “efecto rebote”, esto es, la tendencia exagerada de recuperación del peso, con mecanismos activados por el propio ayuno (aumento del apetito y ahorro de energía) a lo que se enfrentan muchas personas cuando se alejan del estricto plan y de los productos asociados.  

Perder peso saludablemente no es un proceso ni fácil ni rápido. Requiere una estimación acertada y ajustada a las necesidades nutricionales y a las características de cada individuo. Acudir a un profesional cualificado que establezca, guíe y controle un plan de adelgazamiento personalizado, contribuirá a evitar los efectos perjudiciales y a mantener en el tiempo los resultados obtenidos. 

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