Doce empresas de Vilamartín de Valdeorras deben depurar sus residuales

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Una docena de empresas con sede en la zona de Arcos (Vilamartín de Valdeorras) deberán depurar las aguas residuales que actualmente vierten directamente en el colector general. Esta obligación fe apuntada ayer por el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, horas después de reunirse con una delegación de los vecinos de la aldea. A la cita también asistieron técnicos de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil.

La reunión fue convocada con miras a lograr el acercamiento con los vecinos que permita construir la estación depuradora de aguas residuales en el paraje ubicado entre la N-120 y la antigua N-536. Durante el encuentro, los vecinos mostraron su preocupación ante la posibilidad de que la futura E.D. A. R. desprenda malos olores y, para evitar este problema, plantearon que el Concello realice un seguimiento de las instalaciones. Su tesis fue asumida inmediatamente por el regidor.

"Nós temos o compromiso a realizar un seguimento", dijo el alcalde. Inmediatamente, explicó que, a su vez, "as empresas deben xestionar os seus residuos, como di a Lei". Argumentó que, si las industrias no depuran sus residuales, el volumen de lodos podría dificultar el funcionamiento de la estación y, con ello, generar malos olores. "Para verter, as empresas deberán tratar as augas", añadió Enrique Álvarez.

Las industrias son muy diferentes y ha desde bodegas hasta hoteles o talleres, entre otras, y sus residuos son distintos. Esta circunstancia impide que puedan acometer conjuntamente la depuración de sus residuales, debiendo instalar cada una de ellas su propio sistema.

Estos planteamientos serán llevados por la delegación de Arcos al resto de los vecinos, al objeto de que estos se pronuncien sobre la ubicación propuesta para una estación presupuestada en más de 700.000 euros.

 


Los vecinos defienden construirla al lado del Sil


La propuesta de los vecinos de Arcos lleva la futura estación depuradora a las inmediaciones del puente que cruza el río Sil, muy cerca de Arnado. Esta posibilidad no gusta en Confederación Hidrográfica. Aquí, sus técnicos apuntan que para levantar las instalaciones en ese punto habría que construir un muro de hormigón de, al menos 12 metros de altura y unos 400 metros de largo. Esta actuación volvería inviable el proyecto debido a su alto coste. La Confederación Hidrográfica no es la única entidad que pone reparos a la opción que defiende el pueblo, pues también Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) recibió con reticencias su alternativa, y es que esta afecta a terrenos próximos a la línea de ferrocarril León-Monforte.

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