SUCESOS

Al dueño del bar Novo lo mataron el martes por la noche: “Fue degollado"

La víctima fue condenada por tráfico de drogas en 2016, y según los vecinos volvía a haber un ambiente "raro" en el local

La Policía Nacional investiga el entorno próximo de Evaristo Morín Machado, más conocido como "Joaquín", de 65 años y nacionalidad portuguesa, cuyo crimen conmociona todavía a vecinos y clientes de su local, el Café-bar Novo. El fallecido era un viejo conocido de las fuerzas de seguridad de la ciudad, ya que fue condenado a prisión en dos ocasiones en los últimos años –por atropellar a cuatro personas en estado de embriaguez y por venta de drogas–. 

Agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional mantienen precintado el establecimiento desde el miércoles por la noche, cuando amigos del fallecido levantaron la persiana del local y encontraron su cadáver. El delegado del gobierno en Galicia, Javier Losada, confirmaba este jueves la muerte violenta por arma blanca. "La Policía mantiene abiertas todas las hipótesis por el momento", aseguraba. Según testigos presenciales en el momento del levantamiento, el fallecido fue encontrado con varias heridas incisas y profundas en el cuello y varios golpes en la cabeza: "Fue degollado". 

Durante la tarde de este martes, policías de la científica de la Comisaría General de Madrid estuvieron realizando una inspección ocular en el local, lo que mantuvo cortada parte de la calle Colón varias horas. El asunto está en manos del Juzgado de Instrucción número 2, que, según fuentes policiales, decretó el secreto de sumario. Según pudo saber este periódico, Morín falleció durante la noche del martes, mientras cerraba el establecimiento –normalmente, bajaba la persiana del negocio hacia las nueve de la tarde–. No obstante, no fue hasta el día siguiente cuando los clientes habituales se percataron de que algo pasaba, ya que el bar se mantuvo cerrado durante toda la jornada. Al acceder al local –las puertas no estaban cerradas con llave–, encontraron a Morín muerto, en la parte de la cocina, al fondo del establecimiento. 


Droga


A pie de calle, continuaban consternados tras la triste noticia, y plantean si el motivo del homicidio fue un ajuste de cuentas por venta de droga, debido a su pasado, o un robo. En 2016, Evaristo Morín Machado fue condenado a dos años y medio de cárcel tras reconocer ante la jueza que utilizaba su establecimiento para traficar con droga –sobre todo, hachís–. Un año antes, la Policía Nacional encontraba casi tres kilos de cannabis, 12.560 euros en efectivo y 3,7 gramos de cocaína en el bar, después de recibir informaciones sobre venta de sustancias ilegales. 

Aunque algunos vecinos aseguran que tras cumplir la condena por tráfico de drogas había dejado el trapicheo, otros afirman que en los últimos meses volvía a haber un ambiente "raro" en el bar. "Desde o Nadal estaba un pouco máis distante coa xente, cando el era moi amable cos clientes, e eu ultimamente ía menos", apuntaba un vecino. Morín, según sus conocidos, planeaba jubilarse en los próximos meses para dedicarse a su familia. "Eu cando vin que estaba pechado o mércores pensei que fora arreglar os papeis da xubilación", apunta un habitual.

La clientela del bar solía estar formada por vecinos de la zona de diversas edades."El botaba a xente problemática porque non quería máis líos, pero ao mellor alguén entrou a última hora para pedir droga e tiveron unha discusión", asegura un amigo del fallecido. 

A primera hora de la tarde de este martes, varias personas de su círculo íntimo dejaban dos velas en la puerta del establecimiento, en señal de respeto. "No se merecía esto, no se lo merecía", aseguraba una de las familiares.  


El atropello múltiple


El fallecido también fue condenado a 15 meses de prisión y cuatro años de privación del permiso de circulación después de haberse declarado autor de un atropello múltiple en Progreso en el año 2007. El resultado del control de alcoholemia mostró que casi triplicaba la tasa de alcohol permitida en sangre en el momento del siniestro. 

Morín admitió que circulaba a una velocidad excesiva cuando alcanzó a un ciclomotor y derribó a su único ocupante. Este primer impacto no provocó que detuviese su marcha, sino que decidió trasladarse a la acera, donde impactó contra una señal de tráfico, atropelló a dos peatones y continuó al volante, hasta arrollar a otra persona más, a la altura de la calle Ervedelo.

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Vecinos y clientes, consternados tras el homicidio


Vecinos de la zona y clientes del bar siguen consternados tras la noticia del homicidio de Evaristo Morín Machado, más conocido como "Joaquín". "O martes pola tarde estiven no bar falando con el, ensinoume un video do neto pequeno, queríao moito", apuntaba un habitual del establecimiento.  "Yo estuve allí un rato hablando con él y, como siempre, le dio pan a mi perro. No está siendo nada fácil asumir su muerte", explica una vecina de la calle Colón. Según los que lo conocían, era un hombre "muy agradable", familiar y amante de los animales –en el bar tenía dos canarios–: "Despois de estar no cárcere polo das drogas, era outra persoa, ou polo menos parecíao. El non quería volver alí e deixou de trapichear". Según pudo saber este periódico, durante su estancia en la cárcel de Pereiro, Morín trabajó en la cocina de la prisión y mantuvo una conducta ejemplar: "Déronlle o terceiro grao rápido e ao saír xa era outra persoa".

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