CON PRIMA DE RIESGO

La educación ya no es suficiente para la mejora en el bienestar social

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España suspende en materia de escalera social debido al paro de larga duración y el fracaso escolar

La movilidad social o socioeconómica se define en Wikipedia, ese socorrido recurso de información, junto a la “universidad” de Youtube, como el conjunto de movimientos o desplazamientos que efectúan los individuos, las familias o los grupos sociales dentro de un determinado sistema socioeconómico”. 

En este sentido, el desarrollo del sector educativo y su capacidad de formar a las personas para un mercado laboral cada vez más exigente y a la vez más competitivo, es un factor clave para el buen funcionamiento de la escalera social.

 España se sitúa entre los países con menor movilidad de los países miembros estudiados, en una lista que cierra Portugal y en la que, en el otro extremo, el país modelo es Corea del Sur, según el ultimo informe de las OCDE al respeto. 

El triunfo de Corea del Sur en la escalera social no es aleatorio, ya que está basado en la importancia de la educación como fuente de todo el desarrollo. Se trata de un país donde los taxistas llevan gratis a los alumnos el día de la selectividad y donde está prohibido hacer ruido al lado de los colegios. Con esas premisas a ese país no le puede ir mal. ¿Se lo imaginan en España? Un país donde nos parecen caros los libros de texto pero después nos gastamos bastante más en fiestas escolares, cumpleaños y demás saraos que plagan las “agendas” de nuestros hijos con nuestra bendición y dinero.

El fracaso del sistema educativo viene de lejos, desde la añorada EGB, los gobiernos han intentado mejorar el sistema sin éxito. La crisis, eso sí,  ha agudizado el problema  del fracaso escolar y de la vulneralidad ante la pobreza. 

España tiene una tasa de fracaso escolar de en torno al 23%, que se une al 20% de abandono escolar, las más alta de Europa y, en cuanto a la pobreza infantil, estamos anclados en un vergonzoso 40%, según el estudio internacional de Unicef del año 2017. A ello debemos sumar el dato de la tasa de paro juvenil que ronda el 46%, eso sí, un 20 % menos que hace dos años. 

El binomio pobreza y fracaso escolar es una combinación maldita en este país. Donde el sistema educación gratuito y obligatorio no garantiza que la educación sea equitativa y de calidad. 

Aun así la educación, como decía  el anuncio de cierta marca “sueca” de muebles, es  un acto de todos alrededor de una mesa.  El entorno familiar, las conversaciones, los actos, las actividades, en familia, marca los intereses de los hijos y sus deseos educativos. 

La educación no es la solución a todo, pero sí puede ser el  medio de muchas de ellas. Garantizar un buen acceso a la calidad educativa es una buena inversión para un país, tanto para formar a sus futuros trabajadores, dirigentes, o simplemente es un remedio para el paro. 


DESARROLLO COMPETITIVO


El factor más determinante que mueve la economía es la prosperidad, sin lugar a duda, y se consigue con un frente común. En ello se basan los economistas y filósofos políticos, pero a la hora de la verdad lo que mueve el mundo son los hombres y mujeres prácticos, aquellos que libres de influencias  ejercen una ciudadanía consciente, aunque determinada indiscutiblemente por los trastornos y conflictos que manda el orden del día.  Esos hombres y mujeres deben ser construidos alrededor de una sociedad y una educación excelente para el bien común, siendo capaz de poner al servicio de la sociedad personas competitivas y cualificadas a la vez que educamos a la gente con un alto nivel de civismo que refuerza la interacción social en la sociedad. 

El binomio pobreza y fracaso escolar es una combinación maldita también en este país, donde el sistema educativo gratuito y obligatorio no garantiza que la educación sea equitativa y de calidad. 

Aun así la educación, como decía  el anuncio de cierta marca “sueca” de muebles —repito una vez más—, es  un acto de todos alrededor de una mesa. El entorno familiar, las conversaciones, los actos, las actividades en familia marca los intereses de los hijos y sus deseos educativos del presente y el futuro. 

Invertir en educación es un medio necesario e imprescindible para un pais en reconstrucción y para su mejora. Un ejemplo: Las recientes imágenes del mundial de futbol que se celebra estos días en Rusia revelan algunas conclusiones. Por ejemplo hemos podido ver a los japonés o los senegaleses, dos países distantes  en distancia geográfica, cultural e incluyo étnica, como recogían los residuos dejados en el campo de futbol frente al resto de las aficiones. Ese es un buen ejemplo del civismos educado en cada país. Al final, lo que uno es en la vida es una proyección de los valores en los que se forjó. La educación es uno de ellos, entendida como formación, pero también como actitud. Y, en ese sentido, no siempre nos debemos sentir muy orgullosos de lo que España hace.

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