LLEGADA DE LA ALTA VELOCIDAD

La ejecución de obra del AVE rozó el 80% durante el 2018

Obras ave en Laza
photo_camera Los trabajos de apertura de la línea de alta velocidad en Camba, en el municipio de Laza. (XESÚS FARIÑAS)

Es la cifra más alta desde que comenzaron los trabajos de la línea de alta velocidad en la provincia

El año 2018 fue la fecha marcada para la llegada del AVE a Ourense, pero la paralización que durante años registraron las obras de apertura de la línea echó al traste las previsiones. Sin embargo, el ejercicio pasado arrojó el mejor dato de ejecución presupuestaria de toda la serie histórica de obras de alta velocidad a Galicia. Según la memoria presentada por Adif Alta Velocidad, el valor de las obras ejecutadas a lo largo del 2018 ascendió a 487,65 millones de euros, frente a lo presupuestado que era de 611,18 millones, lo que representa un 79,79 por ciento. 

En ejercicios anteriores, muchos fueron los que se quedaron por debajo del 50 e incluso del 30 por ciento, por lo que el porcentaje representa un hito, en consonancia con el gran empujón que se dio a las obras del AVE gallego a partir de febrero de 2017, pocos meses después de la llegada de Íñigo de la Serna a la cartera de Fomento, que desbloqueó los subtramos paralizados por falta de entendimiento entre las empresas y la Administración y que se aceleró de forma exponencial a partir del final de ese año 2018 con la adjudicación de importantes contratos que estaban en el limbo administrativo.

Del presupusto adjudicado,  223 millones fueron destinados a los subtramos de  Ourense, así como a las obras en el ramal de 2 kilómetros que unirá la línea del AVE con la convencional en Taboadela y que está a punto de finalizar Comsa. Algo más de 243 millones se invirtieron en Zamora y 20 millones en la provincia de Valladolid.

Del dinero ejecutado en 2018, 12,5 millones de euros fueron aportados por el Fondo de Desarrollo Regional (Feder).

En valores acumulados desde el inicio de las obras y contando toda la línea gallega de alta velocidad desde su origen en Olmedo, 2018 cerró con algo más de 3.900 millones de euros ejecutados, sobre un total de 4.395 millones, lo que se acerca al 90 por ciento del valor total de la inversión estimada por el Adif para los tres tramos de la línea hasta Ourense, de los que hasta ahora está en servicio el primero de ellos, entre Olmedo y Zamora, si bien no está finalizado, porque falta la implementación del sistema ERTMS 2 que empezará a funcionar simultáneamente al segundo tramo, entre Zamora y Pedralba de la Pradería, de 110 kilómetros, en algún día de este año, una vez que reciba la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria y Renfe verifique el tramo con los trenes de servicio comercial y realice los cursos de habilitación a los maquinistas.

Hay otras dos partidas incluidas en los presupuestos generales del estado de 2018 que conciernen a obras de alta velocidad en Ourense. La primera de ellas, destinada a la variante exterior, por importe de 3 millones de euros, en la que su grado de ejecución quedó en el 46,42 por ciento, con 1,39 millones de euros realmente gastados. Se trata de una partida simbólica si tenemos en cuenta que las obras de la variante ascenderán a 475 millones de euros. Peor suerte corrió la segunda, el tramo Ourense-Vigo por Cerdedo, que disponía de una partida de un millón de euros en el PGE de 2018 y quedó sin ejecutar. 


La red de ancho convencional fue la hermana pobre del ejercicio


El presupuesto del estado para 2018 tenía consignado para la red de ancho convencional en las cuatro provincias gallegas  27,75 millones de euros, pero la ejecución se quedó en poco más de la mitad: concretamente en 14,38 millones que representan el 51,84 por ciento. Ourense, fue la provincia con menor ejecución, en el tramo Ourense-Monforte se gastó el 39,32 de los presupuestado, mientras que en Lugo se ejecutó más del 74 por ciento. Aún así, son porcentajes relativos a cifras muy pequeñas: las obras entre ambas provincias no llegaron a los siete millones de euros, y en la mayoría de los casos se trató no de obras sino de gasto en proyectos para la eliminación de los pasos a nivel en ese corredor de 116 kilómetros, y los últimos flecos en la variante de San Julián que entró en servicio en el primer semestre de 2018. También en la línea de ancho ibérico hubo partidas que quedaron huérfanas, es decir, sin gastar ni un euro, como el proyecto de eliminación del paso a nivel en O Porriño. 

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