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El COB jugará por el ascenso

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photo_camera Ott trata de defender la penetración del base del Cáceres Mazurczak.

El equipo ourensano remontó un partido muy complicado en Cáceres y se centra en la pelea por conseguir el factor pista en el play off a la Liga ACB

CÁCERES 80 - 83 RÍO OURENSE TERMAL 

 

El Río Ourense Termal no engaña. Compite siempre y obliga al rival al rendimiento máximo y constante para agachar la oreja. El Cáceres lo bordó durante los primeros 20 minutos, cosió el aro a triples, tuvo su máxima ventaja en el tercer cuarto (52-40), compitió bien en el último y... perdió. 

Después de 31 jornadas, el método del COB ya es público, no hay hueco para las sorpresas. Un estilo de juego siempre fiable y sin dependencias. Capaz de agarrarse a los partidos por complicados que parezcan. Ante un rival crecido, un pabellón imponente y una desventaja que siempre rondó o superó los diez puntos respondió con las cartas boca arriba. Jugando con criterio y esperando a sus referentes. Masters, Watson, Ott y Rodríguez se fueron relevando para hacer la goma, Vidal asumió galones en el tercer cuarto para nivelar el marcador y Zamora apareció al final para inclinar la moneda.

Un COB implacable con el débil.  De los 11 partidos que ha jugado con los equipos que pelean por la permanencia no ha dejado escapar ni uno. Ayer le clavó una puñalada al Cáceres que lo devuelve a la enfermería. Sin pestañear. Llevando el partido poco a poco a su terreno sin que los locales pudiesen hacer nada para evitarlo. Con el miedo añadido del que lo ve venir. 

La buena puesta en escena de COB duró solo tres minutos. Lo que tardó el Cáceres en quitar el precinto al triple y encarrilar un parcial de 17-4 que le dio las primeras ventajas interesantes en el marcador (19-11). Un recital en el perímetro que estrenó Rakocevic (2 triples) y al que se sumaron Huff (3), Parejo (1), Corrales (1), Trist (1) y Mazurczak (1). Nueve triples en la primera mitad como frontera para mantener siempre una renta importante en el marcador. A cada reacción visitante respondió el Cáceres con el mismo argumento. El que más daño hace. El que más suma.

Masters fue el que contuvo la estirada. El base estuvo valiente y acertado en el inicio del segundo cuarto y poco a poco la desventaja se fue reduciendo hasta el 32-30 que obligó al técnico local a parar el partido. De ahí al descanso la diferencia la marcó la calculadora. El COB no tuvo problemas para ir sumando de dos en dos y el Cáceres, de tres en tres. Punto a punto para ir recuperando un renta que llegó a ser de nueve (44-35).


Segunda mitad


Hasta 12 puntos llegó el botín de los locales (52-40). Y una vez más el COB recuperó. Sin prisa ni necesidad de arabescos. Vidal pasó a dominar el partido. A anotar triples y a repartir asistencias. Por lo que vivió el Cáceres hasta el descanso empezó a claudicar después. Ott y Rodríguez reclamaron su cuota de protagonismo y el partido se fue al último cuarto con un 64-60 premonitorio.


Cara o cruz final


La inercia ya era cobista y tardó solo dos ataques en empatar el partido (64-64). Faltaba completar la remontada y todavía tardó.

Concienciados los dos equipos de que todo lo anterior solo servía para jugárselo todo en poco más que una prórroga, el acierto cayó en picado. El COB pudo ponerse por delante en cuatro ocasiones y falló. El Cáceres consiguió mantener el mando del partido y estirar la renta hasta los cinco puntos y perdonó.

Y en los minutos finales el acierto del Río Ourense Termal fue demoledor. Pasó de un 72-67 inquietante a un 76-78 demoledor para un rival tan necesitado. Apareció Muratovic y también Zamora. El venezolano no había anotado en los tres primeros cuartos y solo dos tiros libres hasta que tocaba decidir el ganador. Ahí es el sheriff. Nadie le discute los galones y esa confianza lo catapulta. Dos triples tremendos y para culminar un parcial de 4-14 clave (76-81).

El Cáceres anotó dos canastas para apurar sus opciones y Watson aseguró la prórroga a cuatro segundos del final. Mazurczak no acertó con el triple y la victoria voló hacia Ourense. Una más. La octava en los nueve últimos desplazamientos. Ahí es nada. Argumentos de sobra para entender porqué jugará por el ascenso. Para, en ellos, soñar sin presión alguna. 

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