El equipo ourensano aseguró su participación en la fase por el ascenso, pese a que el juego de los últimos partidos provoca cierta desconfianza
El gran éxito de este COB es que, un equipo confeccionado para lograr la permanencia en la categoría, suscita hoy dudas entre los medios y aficionados por su juego previo a la fase por el ascenso, por sus posibilidades de disponer o no del factor cancha a su favor. Como afirmaba un extraordinario jugador de los Lakers de los 80, James Whorthy, "cuando pruebas la miel ya no te conformas con sacarina".
Ultimo partido de la fase regular en el Pazo, ante un cadáver deportivo llamado Araberri. Se presentó descendido y con siete jugadores sanos. Terminó con tres tocados y, lo más impensable, metiendo el miedo en el cuerpo al equipo de Gonzalo García.
En gran parte por las diabluras del jugador más bajito de la liga. Más bajito que Pepo Vidal, más bajito que su nombre, Junior Robinson. Con su juego y características, se metió al público en el bolsillo, hasta que sus pequeñas y potentísimas piernas pidieron descanso.
Kevin y Jhornan sin miedo
No todos tuvieron el miedo en el cuerpo. Kevin Van Wick, un tipo que compite hasta en la cola de la charcutería, no entiende de partidos sencillos o relajados. Fue el primero en comprender la inercia del partido y actuar en consecuencia. Jhornan Zamora también ejerció de lider. El venezolano puso los puntos y el holandés el trabajo sucio, además de canastas tan importantes como poco vistosas.
Tiempo de play off. El Pazo está más que preparado. Este COB no lo aparenta. Hay tiempo para reaccionar y calma para disfrutar del premio de la temporada.
