El Allariz, que malogró un penalti al cierre del primer tiempo, mantiene su condición de invicto ante un líder que valoró el punto
El Allariz y el Arnoia entregaron todo su repertorio más allá del 0-0 que dieron por bueno ambos entrenadores al finalizar un partido donde la pizarra se impuso al buien fútbol, pero aún así mantuvieron en vilo a los aficionados hasta el árbitro dictaminó el final.
El conjunto arnoiés intentó prosperar en el arranque del partido, pero los intentos de Oli y Bruno no tuvieron la consistencia necesaria para crearle peligro a la portería de Barco.
Los alaricanos esperaron con orden atrás y buscaron profundizar por las bandas con el desparpajo del juvenil Veloso y Julen generando la primera situación nítida en las botas de Veloso, pero su disparo fue bien despejado por Miguel, que más tarde sería decisivo.
Precisamente cuando el encuentro languidecía, Pika cogió de la cintura a Sácha cometiéndole un penalti tan claro como innecesario. El veterano Paco fue el encargado de lanzarlo, pero su remate telegrafiado lo decifró Miguel parándolo contra el palo derecho.
En la segunda parte el Arnoia buscó por arriba el gol, pero la buena colocación de los defensores locales alejaron cualquier situación comprometida.
El Allariz insistía por los laterales y en una de las tantas escaladas Corbi colgó un buen centro que Anxo cabeceó sobre el larguero.
El encuentro entró en una fase de incertidumbre, aunque aquel que lograría marcar habría resuelto la tremenda igualdad.
Rodrigo Meleiro
El ayer reconvertido defensa Rodrigo Meleiro se animó y una vez en campo contrario sacó un formidable disparo que entre la gran respuesta de Barco y el larguero se encargaron de salvar la caída.
El conjunto de Miguel Sotelo, con la inyección de un par de juveniles se atrevió y pudo marcar. Veloso recibió una gran pase entre líneas que a pesar de luchar codo a codo con Karim logró rematar apenas desviado sobre el travesaño.
La búsqueda de Beto y Paco para encontrar ese pase claro se quedó en buenas intenciones y el empate resultó lo más equitativo.
