Opinión

Entre Berlín y Verín

Mientras la canciller Angela Merkel se reunía en Berlín para buscar una solución a los 250.000 puestos de trabajo para los que Alemania no encuentra candidatos a ocuparlos, en Santiago se citaban tres centenares de expertos en la Escola Galega da Administración Pública bajo la premisa de desarrollar la segunda ronda de consultas abiertas por la Xunta para elaborar el plan estratégico 2020-2030. La dinamización demográfica será el primero de los cuatro ejes sobre los que pivotarán (con el cambio climático, la competividad y la cohesión social) las decisiones fundamentales de la próxima década, según apuntó el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, al tiempo que descartó que se trate de un laboratorio de ideas de cara a la cita con las urnas, aunque a diez meses de las elecciones gallegas el tufillo a campaña es inevitable. 

Ya por la tarde, la conselleira de Política Social, Fabiola García, presentó ante el Consello Económico y Social el anteproyecto de ley de impulso demográfico tras "ser enriquecido con 336 alegaciones de la sociedad civil, universidades, sindicatos, entidades sociales y  grupos políticos". Un poco antes, durante esas ruedas de prensa que la política actual propina sobre asuntos de actualidad para no dejar hueco mediático sin cubrir, el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, justificaba el viraje para reabrir el paritorio de Verín como había manifestado el presidente de la Xunta a finales de la semana pasada si encontraban pediatras disponibles. A Puy le parece bien el gancho de la casa gratis que ofrece el Concello de Verín para los especialistas que acepten incorporarse al hospital e incluso recordó que las matronas gallegas han activado  una campaña para intentar captar profesionales "en toda Europa". 

Lo mismo intenta el motor comunitario, pero también necesita cuidadores de ancianos, albañiles, fontaneros, camareros, programadores informáticos..., según detalló Miguel Ángel García, corresponsal de TVE en Berlín en el Telediario. Alemania se centrará en eliminar trabas burocráticas para legalizar inmigrantes y reconocer títulos académicos para terminar 700.000 viviendas paradas por falta de mano de obra. El mundo está lleno de gente y quizá sólo se necesita que ocupe el sitio vaciado.

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