Coronavirus

El equilibrio es muy posible

20200321203245265_resultado
El encierro obligatorio en los hogares y el cambio de rutinas ponen a prueba la capacidad de adaptación de todos mientras los psicólogos enumeran una serie de pautas que puede ayudar a llevar de la mejor forma posible.

Hacer de lo anormal lo más normal del mundo y asumir el cambio de hábitos de la mejor manera posible son dos de los objetivos comunes en la situación actual de cuarentena. Y ahí juega un papel fundamental la mente. La cabeza lidera la batalla y el cuerpo la sigue. Un equilibrio mental se antoja imprescindible para sobrellevar el estado de alarma y su incierto desenlace. Cada persona es un mundo, cada cuatro paredes un universo, pero los profesionales de la psicología ofrecen pautas y experiencias que pueden servir para que lo largo se haga corto y lo negativo se convierta en positivo. En una situación sin precedentes, parece que el "motor" de cada individuo descansa sobre los hombros.

Cristhian Fernández es psicólogo licenciado por la USC. Desde sus redes sociales ha lanzado una serie de pautas transversales, orientadas a todos, y otras centradas en deportistas, su especialidad profesional.

  • Planificar y organizar la semana. Saber qué voy a hacer cada día, repartiendo el tiempo. Estudiar, leer, hacer deporte, descansar... Esto te ayudará a mantener una rutina durante tus días y a estar más estable. Estar en casa permanentemente es una situación nueva y la incertidumbre puede ser perjudicial. 
  • Evitar estar en pijama y sin arreglar. Imagina mantener esto durante un mes. Lo ideal es intentar hacer como hacemos en nuestra vida normal, arreglarse, asearse. Normalmente nos quedamos en pijama cuando hay una enfermedad o es un domingo libre. Si ya le envías ese mensaje a tu cerebro, malo.
  • Hábitos de sueño y alimentación. Que no sea un descontrol del tipo me acuesto a las dos de la mañana y me levanto a las doce. No es lo ideal. Tampoco irse al otro extremo y levantarse a las 07:00 horas, pero sí mantener un control y que el cuerpo se habitúe a un horario que te permita hacer las comidas necesarias, con una dieta que se adapte a la situación nueva. Ojo a ingerir demasiadas calorías en días de menos movimiento y desgaste como los que estamos teniendo.
  • Pensar a corto plazo. No mirar hacia el futuro y caer en la incertidumbre. Centrarnos en lo que podemos controlar. No gastar fuerzas en pensar sobre aquello que no podemos controlar porque te vas a frustrar y decepcionar. 
  • Realizar una lista de actividades. Leer un libro que tenía aparcado, ver una serie que quería ver, hacer un curso online... Cosas para seguir activo y ocupado. Dentro de casa se puede disfrutar de muchas cosas. Cuántas veces no lo echamos de menos en nuestra vida cotidiana. Ahora podemos hacerlo. Siempre queremos lo que no tenemos.
  • Contacto social. Mantenerlo es fundamental. El ser humano es una animal social y lo necesita. Unos más y otros menos. Pero es positivo mantener el contacto con tus amigos y familia a través de las redes sociales, video llamadas o juegos grupales. En el caso de estar acompañado en casa, es bueno reservarse momentos para uno mismo. 
  • Darse un respiro informativo. Con que te enteres de un resumen de lo que pasa dos o tres veces al día llega. No es necesario estar encima porque en muchas ocasiones van a ser informaciones negativas. Al menos hasta que lleguemos al pico de contagios. Si ves todos los días que esa cifra sube, vas a pensar que la situación es dramática. Hay que intentar relativizar. Buscar los aspectos positivos. Suben los casos, sí, pero sin estas medidas la subida sería mucho mayor. Hay que pensar eso.
  • Bien colectivo. Pensar en el #yomequedoencasa. Estos lemas vienen bien. Nos incluyen a todos y nos hacen ser partícipes de un grupo. Anónimos y famosos. Es la opción responsable. El que sale de casa es el que lo está haciendo mal. Pensar que tenemos que ser solidarios y pensar en los demás. Nos han pedido que nos quedamos en casa, que tampoco es algo tan malo.
  • Por su parte, Olga Paradela, psicóloga que trabaja habitualmente con grupos de niños y mayores, en comedores y en cursos con el apoyo del Concello, añade otros factores desde su experiencia personal, teniendo en cuenta que cada persona es diferente y lo que mejor le funciona puede variar.
  • Beneficio personal. Día adía nos vamos a encontrar situaciones diferentes. Hay que buscar aquello que nos va a reportar la satisfacción. Probar unas cosas y, si no funcionan como experiencia, otras. Si te va bien, mantener las rutinas. Si no lo ves claro, varía.
  • Valores y solidaridad. Pensar en la gente que peor lo puede estar pasando. Valores como la solidaridad los teníamos, pero quizá no habíamos profundizado tanto como en esta situación. Es el momento de ponerlos en lo más alto de las prioridades.
  • Centrarse en el presente. No obsesionarse con lo que deparará el futuro. Ahora estamos en esta situación y hay que ver qué se puede hacer para sobrellevarla. Utilizar el manejo de la atención. Vamos buscando que la prensa nos diga hoy lo bien que voy a estar mañana. Hay que salir de eso. Y supone un esfuerzo. 
  • Estimular la creatividad. Con los medios que tenemos a nuestra disposición en casa se puede hacer muchas cosas. La reses sociales permiten mantener el contacto social, lo que no se te ocurre a ti se le ocurre a otro. Ser creativo es muy importante. El cerebro tiene capacidad pero hay que moverlo. Hay que pasar a la acción.

Te puede interesar