Para coordinar todo el proceso de selección de voluntarios para el cribado están lo profesionales de Atención Primaria. Dirigidos por Isabel Gómez, los trabajadores de los centros de salud de O Couto y Nóvoa Santos, desde médicos a administrativos, trabajan para cortar la cadena de contagios que llevó al barrio a las restricciones.
Isabel Gómez.
¿Cómo se está llevando a cabo el proceso?
Aumenta la incidencia de casos en el barrio de O Couto, por lo que se plantea un cribado. Esto se le comunica a los profesionales de Atención Primaria para que aquellos que entren en contacto con uno de los centros de salud de referencia, especialmente entre el rango de 15 a 65 años, se les invite a participar.
¿Por qué esas edades?
Es una franja de edad con mayor interacción social y más expuesta por sus trabajos a contraer el virus. Queremos invitar especialmente a la gente joven para que participe en este cribado voluntario, que es una oportunidad de proteger a la población más vulnerable. Al final, lo importante es detectar casos asintomáticos y romper la cadena de contagios entre los residentes en O Couto.
¿Emplean otros canales para llegar a la población?
Hemos contactado con Cáritas que nos ha facilitado a 130 personas, pero también con otras entidades sociales para que transmitan la posibilidad de hacerse esta prueba entre aquellos con los que tienen contacto, especialmente entre no comunitarios o nuevos vecinos.
¿Qué se debe hacer para concertar una prueba?
Se puede llamar al centro y concertar una cita. Hay 600 pruebas programadas hasta el jueves, que se harán en grupos de 15 de lunes a viernes.