Se acuerdan ustedes de Rodolfo Chiquilicuatre y su patética participación en el festival de Eurovision del 2008? En aquella ocasión, los españoles votaron mayoritariamente la sarcástica propuesta del presentador-humorista Buenafuente, y el resultado fue que nuestro país hizo un ridículo que quedará grabado en los anales de la historia de ese festival europeo. Pues bien, la historia se repite como otras tantas veces, y ahora, nuevamente han colocado a un grupo de chiquilicuatres al frente de un gobierno bipartito -votados también por una mayoría de españoles- y hundiendo nuevamente nuestra imagen, credibilidad y reputación institucional fuera de nuestras fronteras como nunca antes se había visto. Y se lo argumento, para los que puedan albergar aún alguna duda. El FMI ha constatado que España sufrirá la peor recesión a nivel mundial, es decir, somos la peor economía de todos los países desarrollados del mundo. Para que quede claro: el Fondo Monetario mejora en 2,3 puntos su previsión para los países desarrollados en 2020 con una mejora de 1,9 puntos para los países de la eurozona, excluyendo únicamente, eso sí, a nuestra querida España, que la dejan descolgada con una contracción del 12,8.
¿Estamos en manos de chiquilicuatres? Estamos en manos de unos incompetentes absolutos, que solo están provocando, con su total incompetencia y negligencia, cierres de empresas, desempleo laboral y miseria económica y social a la inmensa mayoría del pueblo español.
Son los mismos que ahora mandan a Europa un plan presupuestario falto de credibilidad y rigor. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que contempla una inversión de 72.000 millones de euros entre 2021 y 2023, y el plan presupuestario de 2021 van a ser enviados a la UE faltos de toda credibilidad y rigor. Todo ello, con el aviso previo de Alemania por la condicionalidad de los fondos europeos, refiriéndose a que España presente realmente un plan de recuperación que afronte de forma efectiva los desequilibrios económicos que arrastra. Y en este punto, es importante recordar que España sigue siendo el país de toda la OCDE con mayor paro juvenil, con un 43,9% de desempleados entre los menores de 25 años (2,2 puntos más que en julio), con casi 20 puntos por encima de nuestros vecinos, Portugal (26,3%).
Y para maquillar todo este penoso escenario económico, laboral y social, al gobierno bipartito social-comunista no se le ocurre mejor despropósito que intentar laminar de un plumazo totalitario la independencia de la Justicia. Pretenden reformar a las bravas el Consejo General del Poder Judicial, buscando que el Congreso y el Senado puedan elegir a los seis vocales que corresponden a cada cámara con mayoría absoluta en segunda votación, rebajando así el porcentaje de diputados y senadores necesarios para nombrar en el Congreso y el Senado a los doce miembros de órgano judicial. Triquiñuelas legislativas solo al alcance de los mejores tahúres políticos. Pero no se preocupen, que lo más deleznable, en lo que a tahúres políticos se refiere, lo tenemos en exclusividad y a borbotones en nuestro país, España. Y en mi ciudad, Ourense, ya ni les cuento, ¡la creme de la creme!
En definitiva, cada vez veo más cerca una dictadura social-comunista. El tema es que casi todos la vemos, la comentamos en redes o en privado con amigos y familiares, y aun así nos estamos dejando arrastrar con una pasividad pasmosa. Y lo peor aún está por venir… con una economía rota, con una crisis que no es coyuntural y que va a durar años.
