EN OURENSE

Estado de alarma en Ourense | Menos denuncias pero más resistencias a la autoridad y sustracciones de herramientas

La plantilla policial en la ciudad acusa un déficit de personal, según aseguró ayer el SUP, al tener que desplazarse a diario, entre cuatro y seis funcionarios a Verín para realizar labores de control en la frontera con el país vecino. Los funcionario destinados allí reciben refuerzos desde la Comisaría de Ourense (adscritos a la Unidad de Prevención y Reacción pero también a las radiopatrullas) desde que se decretó el estado de alarma. A juicio del responsable gallego, Roberto González, "a esos cometidos se debería derivar al Ejército".
Pero, según el Sindicato Unificado de Policía, también echan en falta equipos de protección individual (mascarillas, guantes y geles) así como una mejor desinfección de los vehículos policiales.
Hasta ahora, cuatro agentes  gallegos ya dieron positivo a la prueba. Uno de Ourense (en aislamiento domiciliario) pero destinado en A Coruña (ÓSCAR PINAL).
photo_camera La Guardia Civil, en la ciudad (ÓSCAR PINAL
Hubo menos delitos contra el patrimonio y, hasta la fecha, no se ha detectado un repunte de la violencia de género en los juzgados. 

En los once días transcurridos desde que se decretó el estado de alarma para frenar la pandemia del COVID-19 las denuncias han bajado más de la mitad, tal como reconocen las fuerzas de seguridad y hasta los jueces de guardia en el partido judicial de Ourense. Por contra, hay más infracciones administrativas por incumplimientos del Real Decreto 463/2020 (alrededor de 300 actas de propuesta de sanción en la provincia).

Según reconoce el juez de instrucción Luis Doval, de guardia hasta este lunes, "el número de atestado ha diminuido claramente". Aumentaron un poco las resistencias y desobediencias a la autoridad -explica- pero hubo menos delitos contra el patrimonio y, hasta la fecha, no se ha detectado un repunte de la violencia de género en los juzgados.  La Policía cree que sí se están dando casos, al haber más horas de convivencia, pero no se han denunciado.

En la ciudad, hubo saqueos en parques; en el interior de vehículos, la sustracción de una moto, en un peluquería (planchas del pelo) y en obras, desde herramientas hasta gasóleo. La Policía Nacional detuvo el pasado domingo a un hombre de 40 años que accedió a un rccinto vallado en un descampado de la zona universitaria para extraer combustible de las excavadoras.

Este último detenido, además de responder de la infracción penal, será sancionado por desafiar el confinamiento en el hogar. Lo mismo le sucede al detenido del pasado viernes, de 59 años, por amenazar con una navaja al vigilante de noche de la estación de ferrocarril Empalme, a quien intentó agredir.

Asimismo, el propio alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácomez, acudió a la Policía para dar cuenta, según su versión, de las amenazas e insultos de uno de sus vecinos.

Los agentes, según reconocen, han salido a más servicios humanitarios por personas desorientadas en las calles y por brotes psicóticos de enfermos.

La Policía Nacional hace un llamamiento para estar prevenidos ante los delitos tecnológicos relacionadas con el coronavirus u otros engaños en que los delincuentes envían correos electrónicos haciéndose pasar por la Policía Nacional.


Menos agentes en la ciudad por el refuerzo de la Policía en la frontera


La plantilla policial en la ciudad acusa un déficit de personal, según aseguró ayer el SUP, al tener que desplazarse a diario, entre cuatro y seis funcionarios a Verín para realizar labores de control en la frontera con el país vecino. Los funcionario destinados allí reciben refuerzos desde la Comisaría de Ourense (adscritos a la Unidad de Prevención y Reacción pero también a las radiopatrullas) desde que se decretó el estado de alarma. A juicio del responsable gallego, Roberto González, "a esos cometidos se debería derivar al Ejército".

Pero, según el Sindicato Unificado de Policía, también echan en falta equipos de protección individual (mascarillas, guantes y geles) así como una mejor desinfección de los vehículos policiales.

Hasta ahora, cuatro agentes  gallegos ya dieron positivo a la prueba. Uno de Ourense (en aislamiento domiciliario) pero destinado en A Coruña. 

Y recuerdan a los mayores que no abran la puerta a desconocidos o personas que ofrecen remedios milagrosos contra el virus o productos para protegerse. 

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