PATRIMONIO

Una excavación destapa restos del antiguo castro de Cameixa

Castro de Cameiza
photo_camera Cuatro personas trabajan a diario en una extensión de casi 100 metros cuadrados en Cameixa.

Los trabajos liderados por el arqueólogo Jorge Lamas Bértolo se finalizarán la próxima semana

Tres semanas atrás comenzaban los trabajos de excavación en el antiguo castro de Cameixa, una iniciativa que retoma la labor iniciada por Florentino López Cuevillas y Xaquín Lorenzo, Xocas, en la década de los años cuarenta, concretamente entre 1944 y 1946 y que se paralizó por diversos motivos. El Concello de Boborás decidió ponerlo en marcha de nuevo, contando con la colaboración de la Dirección Xeral de Patrimonio, que sufragó los gastos. A diario trabajan en casi 100 metros cuadrados de terreno cuatro personas, dirigidas por el arqueólogo Jorge Lamas Bértolo, quien afirmó que a lo largo de esta semana pondrían fin a las labores de remover la tierra y tendrían unos días más para preparar la zona analizada.

Los descubrimientos más destacados fueron la cara interior de la muralla, que circunvala todo el yacimiento, y varias losetas con un agujero central, que "nos indica que aquí había cabañas elaboradas con paja o barro. Estas edificaciones son de las más antiguas, aunque también encontraron restos de las que vinieron después, circulares y hechas con piedra. Este castro tiene una ocupación que algunos expertos remontan a entre el siglo VI a. C y el siglo I d. C, un rango amplio en el que se produjeron los asentamientos.

En el futuro próximo, esta zona de excavación quedará expuesta para las visitas, con una estructura de museo al aire libre y con la protección necesaria de los objetos hallados. También se instalará un panel informativo en la entrada de la propiedad explicando con dibujos interpretativos los resultados de esta campaña, que no será la última, según Lamas Bértolo.


Entre los objetos destaca la cerámica y adornos en bronce


Los elementos más destacados de esta excavación fueron los objetos de bronce, que son broches y fíbulas de pequeño tamaño. También aparecieron fragmentos de molinos de mano, para tratar las bellotas, y bastante cantidad de piezas de cerámica.

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