CASO VERFORDEN

Los expertos creen que el cadáver fue arrastrado por más de una persona

Tras cuatro años y medio a la intemperie y a más de 1.300 metros de altitud, solo apareció el 13% de los 213 huesos que tiene un cuerpo humano.

La causa de la muerte de Verfondern sigue siendo una incógnita, aunque por la declaración autoinculpatoria de Juan Carlos se presupone que hubo un disparo. 

Aparecieron extremidades inferiores, el cráneo, la cadera, una escápula y una única vértebra. No así el proyectil. Los forenses que estudiaron los restos creen que se trata de una muerte homicida pero en "base a las circunstancias" –el cuerpo estaba oculto en un paraje poco frecuentado y a cierta distancia del vehículo calcinado–.

Además,  Fernando Serrulla, responsable de la unidad de antropología forense del Imelga, reparó en una curiosidad: "Faltan todos los huesos de la parrilla costal, y los animales carroñeros suelen acudir antes a las partes de un cadáver con lesiones". Según este forense, es probable que la lesión mortal de Martin estuviera localizada en el tórax. Y cree que  tuvo que ser arrastrado por  más de una persona. 

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