ANÁLISIS

Al final, mejor el tráiler que la película completa

Barber y Van Wijk pelean por la posición (A.C.)
photo_camera Barber y Van Wijk pelean por la posición (A.C.)

Hay que valorar el proceso. La temporada del Río Ourense Termal ha sido sobresaliente. Ni presupuestos, ni profundidad de banquillos pudieron con la capacidad de un equipo que se empleó al máximo en cada duelo

Porque mira que la puesta en escena fue buena. Sin nervios, sin presión, marcando el territorio ante un rival desorientado. Las caras de los cobistas eran el vivo reflejo de la confianza. Los rostros de los palmesanos, por su parte, indicaban inseguridad. Pero todo cambió. Y casi sin que nos diéramos cuenta. En un abrir y cerrar de ojos, las sensaciones positivas del inicio se evaporaron y el resto de la "película" que se rodó en Miribilla nos dejó con cara de circunstancias.

Hay que valorar el proceso. La temporada del Río Ourense Termal ha sido sobresaliente. Ni presupuestos, ni profundidad de banquillos pudieron con la capacidad de un equipo que se empleó al máximo en cada duelo. Pero la gasolina te lleva hasta donde te lleva. Y, aunque la ilusión de los primeros minutos nos hizo pensar en la sorpresa, la realidad fue tozuda y apareció en forma de segundo cuarto.

Cuando te mides ante un adversario con la potencia del Palma, tienes que estar a tope los 40 minutos. A lo mejor te vale con estar 38, pero nunca menos. Porque lo pagas caro. Esto fue lo que les pasó a los chicos de Gonzalo García de Vitoria. Cuando se vieron por detrás, las caras cambiaron. "¿No queréis jugar?  Nos vamos", les decía a los suyos el técnico vasco en un tiempo muerto en plena avalancha del Palma. 

Pero la psicología inversa no funcionó esta vez. Los intentos de remontar lo que te habían remontado se quedaron en un amago. Ya no hubo opción de volverse a meter en partido con posibilidades reales de sacar un billete para el partido que vale un ascenso. 

Hasta aquí llego el COB 2018-2019. Y no es poco. Hace poco más de un año el club estaba con un balance de 1-14 con la guadaña de la Leb Plata sobre la cabeza. Ahora soñó con un ascenso a la élite que, complicado sobre el parquet, parecía más real que nunca en los despachos. Por eso, cuando acabe el verano, seguro que llegará otro intento.

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