Es el tercer asalto en cinco días en iglesias de la comarca, tras el robo en Entrimo el pasado domingo
Los amigos de lo ajeno forzaron en la madrugada del martes al miércoles las dos iglesias de Santa Comba de Bande, la visigótica enclavada en el centro del pueblo y la parroquial, edificada unos metros más al sur. "Estragaron as portas e revolveron todo, aínda que non se levaron nada. Non botamos nada en falla, nin abriron os sagrarios!", explicaba el párroco local, Camilo Salgado, que a última hora de ayer tenía previsto interponer la correspondiente denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Bande.
Fue la responsable de atender los templos, María Isabel Alonso, la que pasadas las diez y media de la mañana se percató de que algo raro pasaba. "Venía a traer las ropas del cura para la misa de San Blas que teníamos por la tarde cuando me percaté de que la puerta de la iglesia parroquial estaba forzada y dentro todo revuelto", relata Marisel, como la conocen todos en Santa Comba. Tras avisar a la Guardia Civil y alertar de lo sucedido al párroco, se acercó hasta la iglesia visigótica y comprobó que la cerradura también estaba forzada "pero allí no hay ni que revolver, así que se marcharon sin llevar siquiera los céntimos que había junto a uno de los santos", relataba la mujer.
A los asaltos perpetrados en los templos religiosos de Bande hay que añadirle el robo que si se perpetró en la madrugada del domingo pasado en la iglesia de Santa María A Real de Entrimo. "Se llevaron dos manteles, una radio, una estufa de butano y unos 60 euros en limosnas", enumeraba el sacristán, Santiago Vázquez. Más que el botín, tanto el sacristán como el párroco, Jacobo Curto, se lamentaban de los destrozos causados en la puerta de entrada. "De la manera que la dejaron, es mejor cambiarla entera y eso cuesta 1.400 euros", cifraba Curto.
