La operación salida 1 de agosto arrancó a las tres de la tarde de ayer y se prolongará hasta las 00,00 horas del próximo lunes. La Guarida Civil de Tráfico estableció durante la jornada controles, sobre todo en las autovías A-52 (Benavente-Porriño) y A-75 (Verín-frontera lusa). En esta última tiene previsto redoblar la vigilancia durante todo el fin de semana, en colaboración con la GNR portuguesa, ante la previsión de la llegada de un gran número de emigrantes lusos que regresan desde el centro de Europa a pasar las vacaciones con sus familias. El objetivo es evitar accidentes y retenciones.
Durante las primeras horas de la operación salida, los sensores instalados en la autovía A-52, a su paso por Riós, registraban una intensidad circulatoria mucho más alta en sentido Benavente, 800 vehículos a la hora, mientras que del lado contrario lo hacían la mitad. Estas cifras cambiaban por la tarde: 1.230 coches en sentido Porriño y 400 hacia Benavente. La media de la intensidad circulatoria en la vía de alta capacidad es de 550 vehículos a la hora.
Para vigilar la conducción, la Guardia Civil de Tráfico, además de las patrullas con coches rotulados, estableció controles con furgonetas camufladas y seis radares móviles. Desde el Subsector de Tráfico se instaba a la prudencia para evitar siniestros al tiempo que alertaban de una alta concentración de automóviles en el acceso centro de la ciudad y la carretera N-525 entre Ourense y Barbadás.