Cartas al director

El fútbol en positivo

El fútbol es el deporte rey, no hay discusión, por el número de aficionados, por el interés mediático y por el dinero que genera. Es cierto que muchos deportes y deportistas sufren al no estar en la órbita del fútbol, pero ese es otro tema que daría para un libro.

Aquí en nuestro Ourense, el hecho de no tener equipo en las categorías profesionales desluce el ingente trabajo que se ha realizado durante todos estos años por los numerosos equipos de nuestra provincia, que son ya muchos y que bastante hacen con lo poco que tienen. Se debe tener en cuenta que muchos de nuestros jóvenes han aprendido lo que no está escrito en las canteras de nuestros equipos. Y ahí es donde radica el problema de los prejuiciosos ignorantes, esos que creen que la gente que juega al fútbol –o simplemente sigue un equipo- es una masa de aborregados con ínfulas de pertenencia a una tribu. Y como tal prejuicio solo desenmascara la realidad, el analfabetismo social de la persona que vocifera tal estupidez, pero de personas que sufren el síndrome Dunning - Kruger, esto también es cierto, está lleno el mundo.

Así, la mala fama del fútbol se nutre de comentarios de gente que nunca ha estado en un vestuario. De gente que no ha visto el esfuerzo en la cara de un compañero para tapar un balón que otro había perdido. De gente que no ha visto a un jugador del equipo contrario levantar a otro del suelo por perder una final. De gente que, en fin, no conoce o no sabe de qué va este deporte. Se quedan con los flashes, las luces, la televisión y las frases de futbolistas millonarios, y eso no es fútbol, eso es un negocio.

El próximo que diga algo malo del fútbol, pregúntele estimado lector, si esa persona se ha puesto unas botas de tacos en su vida. Si la respuesta es sí, escúchele con atención y replíquele con vehemencia. Si la respuesta es no, no pierda el tiempo, es más fácil viajar en el tiempo que destruir un prejuicio.