Opinión

Gallinas en libertad

Lo próximo serán las lechugas veganas en libertad. Y si no, esperen ustedes

Las últimas tendencias promocionales y publicitarias en alimentación y ecología, todo aderezado con otros conceptos como el cuidado y la protección de los animales, han acuñado unas expresiones y frases muy divertidas que cada día se repiten más en los medios, y especialmente las vemos impresas en envases de productos de consumo que compramos en los supermercados. Unas expresiones que me encantan y suelen ser así: huevos ecológicos, gallinas en libertad, vacas felices, cerdos de dehesa, etc. 

A las gallinas en libertad los ingleses las llaman gallinas "free range", algo así como decir "variedad libre". Esto significa que durante unas horas al día o durante un rato las gallinas se sueltan en el campo para que piquen un poco por ahí algún gusanito o una semilla perdida, lo que encuentren a la buena de dios. Por supuesto es mejor que estar todo el día y toda la noche encerradas en una diminuta jaula en la que apenas se pueden mover.

La escritora Astrid Lindgren, creadora de la maravillosa "Pippi Calzaslargas", fue una activa defensora de los derechos de los animales y llegó a conseguir que el Gobierno sueco instaurara como ley que las vacas y animales de granja no estuvieran estabulados todo el tiempo, y tuvieran el derecho de salir al campo unas horas al día.

Pero tanto las vacas como las gallinas en libertad son una entelequia. Son como los presos de las cárceles a los que dejamos salir un rato al patio a respirar aire fresco, pasear o hacer ejercicio. Pero al final siguen siendo presos y tienen que volver a su celda. Libertad no tienen.

Yo creo que debemos cuidar en lo posible a los animales que criamos y consumimos, y evitarles sufrimientos. Pero seamos serios: las gallinas en libertad no existen. Si usted suelta una gallina en medio del monte para que viva su vida en libertad como si fuera un plumífero descendiente del “Emilio” de Rousseau o de un inopinado Kaspar Hauser, a los diez minutos estará muerta. Ya se encargará de eso un zorro, un lobo, un águila o cualquier otro de esos animales, esos sí en libertad, que andan por allí vigilando el patio.

Lo de huevos ecológicos también es bueno. Todos entendemos lo que significa: que las gallinas que los producen no se han alimentado solo con pienso. Pero yo conozco a matrimonios que no han leído un libro en su vida y han criado a siete hijos estupendos. Unos huevos o pollitos no tienen que salir mejores porque sus progenitores paseen más, lean más, o coman más sano. No hay ninguna prueba de eso.

Vale. Ya no me meto con los cerdos de dehesa porque este artículo se volvería complicadísimo. Lo próximo serán las lechugas veganas en libertad. Y si no, esperen ustedes. ¿O es que una pareja de lechugas inglesas no tiene derecho a tener un apartamento en Torrevieja (Alicante) e irse allí a pasar los veranos a la playa?

Gallinas en libertad.

Te puede interesar