ENTREVISTA

Gay Mercader: "Yosi tiene que volver a tocar; él y yo no nos podemos retirar, nuestra vida es esta"

Mercader.
photo_camera Gay Mercader posa en su casa de Girona.

Su colega Yosi lo define como el tipo que ha traído a España a todos, -"a TODOS"-, los grandes del pop y rock internacional. Gay Mercader (Barcelona, 1949) escucha y acepta el piropo del líder de la banda a la que puso a telonear a los Rolling Stones en el Xacobeo'99. "Yosi no miente. Llevo 47 años en esto y he financiado 3.400 conciertos

Su colega Yosi lo define como el tipo que ha traído a España a todos, -"a TODOS"-, los grandes del pop y rock internacional. Gay Mercader (Barcelona, 1949) escucha y acepta el piropo del líder de la banda a la que puso a telonear a los Rolling Stones en el Xacobeo'99. "Yosi no miente. Llevo 47 años en esto y he financiado 3.400 conciertos. Solo me faltaron Prince -que me canceló por la mañana-, y los Dire Straits. Del resto tengo todos los cromos: Springsteen, Bowie, Michael Jackson, AC/DC, U2, Queen, Tina Turner, Nirvana, Dylan, Patti Smith, Paul McCartney..." Todos estos gigantes están en el libro "Tour Posters. Gay Mercader 1971/2017", que compila más de medio millar de pósters de bolos hechos por Mercader. Un recorrido visual por la memoria musical de España y un perfil de un promotor que, como prologa el periodista Diego A. Manrique, "integró a este país en el circuito internacional del rock". 

Criado en París y de buena cuna (“ahora dirían que de la casta", apunta con sorna), aterrizó en la gris España de 1971. Aquí no podía ver a los grupos que le gustaban y, en sus propias palabras, se embarca en “una misión divina"para traerlos. 

Esto era un puñetero desierto. Era todo tan desesperante. No poder oír a mis ídolos... a mí lo que más me gusta regalar es música, películas y libros. Regalas emociones. ¿Y los conciertos? Todavía mejor. La lástima es que muchas veces te pegabas bofetada tras bofetada. Con Iggy metimos mil personas, con los Ramones tocábamos donde podíamos... caías, te levantabas, seguías...

Todo eso está en el libro.

Por eso me costó tanto decidirme. Mirarme ahí me daba vértigo. Tuve que enfrentarme a los fantasmas de mi pasado. Como fan, ver esos pósters te transmite emociones. ¿A mí? Sensaciones negativas, por las circunstancias. Aquí me la pegué, aquí me la liaron, aquí me la pegué...

La entrada al mítico concierto de los Stones en el 76 costaba 900 pesetas. En el 79, usted tenía 740 pesetas en el banco. 

¡Ostia sí! Me encontré un extracto bancario de esa época... demuestra lo duro del camino. En aquella época me acusaban de especulador, de hacerme millonario... en ese extracto está la respuesta. 

“Soy el padre de la industria musical española". Trabajar en esa época tuvo sus cosas buenas.

Hoy en día está todo milimetrado. En aquella época todo era más de andar por casa. Tenías libertad, total, de acción. Por ejemplo, durante siglos me negué a poner sillas en la pista de los conciertos. En Inglaterra o EEUU la gente está sentada. Pero España es de sangre cálida, se quiere bailar. No era un problema de más o menos aforo,ahí me sobraba por todos los lados. Todo era una misión divina: vivir el concierto cómo hay que hacerlo, cómo hay que disfrutarlo... y sin coacciones. Durante años, los conciertos fueron uno de los pocos espacios con libertad en España. Durante dos horas te olvidabas de lo que pasaba fuera. 

Ahora ha cambiado todo. ¿Qué banda le gustaría hacer?

Hoy en día encuentro más canciones que álbumes completos, se está perdiendo el concepto de disco.  Me gusta, mucho, Sun Kil Moon. 

El tío es un insoportable.

¿Ah sí?

El American Autumn lo trajo a Madrid y canceló en el último minuto con formas deplorables.

Esto es lo que muchas veces se obvia... hay que separar la persona de su arte. Me gustan muchos grupos, pero no encuentro lo que había antes, los grupos que tuve la suerte de presentar en España. The Doors, Bowie, Stones, Marley, Reed... cuando comprabas un elepé suyo, de diez temas, ocho eran indispensables. Y ahora al revés: dos, tres, cuatro. 

Y a qué atribuye eso.

Ya hemos dicho casi todo. Los grupos que a mí me influenciaron eran seminales, había que plantar árboles. Y no son batallitas, lo siento mucho. El trap no me interesa, el rap tampoco, el reggaeton, ni lo menciono. ¿La electrónica? Puede que esté bien pero no es para mí. Hay cosas que están bien ahora, pero...  

Se ha bifurcado el talento. 

Los Who entraban en las tiendas de instrumentos a robar las guitarras. Antes, decías a tus padres que ibas a ser músico y te decían si estabas loco. Pasa lo mismo con los cocineros: mi amigo-hermano Joan Roca cuando salía a las discotecas no decía que era cocinero, si no, no ligaba.Todo era vocacional. Hoy en día, los padres presentan a los niños a "OT" y "Master Chef". Cuando la sociedad te pone en bandeja la aceptación, ya no peleas como antes. 

En 2006 vende su empresa a Live Nation. Explicó que, igual que un futbolista, sabía cuando había que colgar las botas.

Por contrato me quedé 5 años, luego me piré... en 2012 hice a The Cure y Norah Jones, luego tomé dos años sabáticos que me vinieron muy bien para curar un tic facial que no se me había ido ni abriéndome el cerebro. Luego llegó AC/DC y volví a liarme. El año que viene, Sting, The Cure... Y si AC/DC vuelve, ahí estaré. 

Ha cancelado su retirada. 

Pero no quiero volver al viejo ritmo: no dormía, me costó cinco parejas, vivía solo para esto, no había sábados ni domingos. Pero llevo 47 años en esto, son dos tercios de mi vida. Mi vida es esto, mis amigos son de la farándula... Luego también veo que a la gente que se retira se le queda un poco empanado el cerebro, y al mío  lo quiero mucho. Lo que hago es trabajar, pero cuando, como y con quien me da la gana. Esto no quiere decir que sea fácil. Pero vamos, me temo que moriré con las botas puestas. 

Ahora le toca convencer a Yosi para que vuelva. 

Esto fue justo lo que le escribí en el libro que están preparando: tiene que volver. Lo que tuvo fue muy serio, ha tenido un percance muy grave, pero la mejor manera de curarse es volver encima del escenario. Yosi lo tiene en la sangre. Le pasa como a mí, nuestra vida es esta, no nos podemos retirar. Si dejase completamente el negocio,  yo me iría apagando... no le digo que  se machaque con 2.000 conciertos, pero que vuelva. Es un tío respetado y, encima, hay mucho pop pero poco rock, parece en vías de extinción. 


Mercader, en concierto


Bob Marley, 1980

"Me dejó atónito, sin palabras. Me pareció de otro mundo. Un trance, una ritma hipnótica... He tenido la suerte de, como diría Zweig, vivir momentos estelares de la humanidad".

Rolling Stones, 1999

"Era la gira 'Bridges to Babylon', con parada en el Monte do Gozo. Cuando vi cómo se desplegaba aquel puente sobre el escenario subí al cielo. Algo impresionante, con un par de cojones. Lo máximo". 

The Cure, 2012

Robert Smith es un tipo que cuando sube al escenario no tiene límites. Estaría un día y medio tocando. El tío disfruta. No tiene afán mercantil. En el BBK del 2012 tenían problemas técnicos y no podían tocar. Nervioso por el público, acabó cogiendo una acústica y tocó cinco canciones. Cualquier otro grupo hubiese estado esperando en el camerino  a que se solucionase la avería. Al salir, le digo: "Esto que  has hecho es fantástico". Me mira y me responde: “Yo soy uno de ellos”. Por The Cure tengo debilidad.

AC/DC, 2015

"Llevaba dos años sabáticos. Pero me llaman un día y me dicen que tienen gira para 2015. Solo trabajan conmigo en España. Me encanta su ética de trabajo, prefieren cobrar menos para que la gente pague menos, lo cual es la ostia en este sector. Y si AC/DC vuelve, yo vuelvo". 

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