CRÓNICA

Golpes para perder el miedo

Un momento del taller celebrado en la Casa da Cultura de Verea, en la capitalidad de Carballo.
photo_camera Un momento del taller celebrado en la Casa da Cultura de Verea, en la capitalidad de Carballo.
Evitar los conflictos, pero también saber zafarse del agresor y contraatacar, son algunas de las lecciones que reciben las participantes del taller sobre defensa personal que este mes de agosto imparte la Mancomunidade Terra de Celanova.

Las mujeres de Terra de Celanova son las destinatarias del curso de "Defensa personal" que se imparte este mes de agosto en los concellos mancomunados, tras el éxito de la iniciativa desarrollada en años anteriores con determinados colectivos. La actividad, que en las últimas semanas se ha desarrollado en Quintela de Leirado y Verea, se impartirá esta semana (martes y jueves de 18,00 a 20,00 horas) en el concello de Ramirás. "Trátase dunha actividade que tivo moi boa acollida, a xente quedou contenta e pensamos que é necesario actualizar a formación", señalaba Julia Rodríguez, directora del Centro de Información á Muller (CIM) de la Mancomunidad Terra de Celanova, quien confirmaba que el curso continuará en septiembre por el resto de concellos.

La actividad se ha diseñado para que las participantes adquieran conocimientos básicos de autodefensa. Ejercicios prácticos de cómo golpear o contraatacar en caso de una agresión y técnicas de defensa ante cualquier tipo de agarre: del pelo, cuello,... "Más que teoría, se trata de aprender pequeños movimientos y consejos, como no ir arrimadas a la pared cuando caminas por la calle para evitar que alguien te pueda dar un susto desde un portal, intentar no meterse en conflictos, pedir perdón,...", enumeraba el monitor, Leandro Barandela, quien pese a definir Terra de Celanova como una comarca segura, ha sido testigo en primera persona del miedo que sufren las mujeres. "Yo mismo he tenido que acompañar a amigas mías a casa en Celanova porque no se sentían seguras y eso no puede ser", reivindica.

La sensación de inseguridad, no tanto en el rural pero sí en la ciudad o durante los viajes en vacaciones, la compartían parte de las participantes, entre las que había madres e hijas y hermanas. "Las mujeres somos víctimas propicias, y más a cierta edad. Esto es una forma de contacto con el tema", señalaba Carmen Feijóo. Eva Álvarez y Olalla Quelle además del "por si acaso" también destacaban la importancia de que se organicen actividades en el rural.

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