Los trabajos de acondicionamiento de la plataforma de la vía del tren, en el tramo de aproximadamente 500 metros, comprendido entre Sobradelo y el punto donde el 28 de julio descarrilaron 11 vagones, permitieron acercar hasta este lugar dos grúas de 80 toneladas. Esta maquinaria será empleada por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para retirar las cuatro unidades que aún no pudo trasladar a otro lugar. El operativo contempla la estabilización de las próximas a la vía mediante los citados equipos, que también permitirán a los operarios descender hasta las otras dos para retirarlas desmontadas.
Durante la mañana de ayer viernes, podían verse las dos grúas en el punto donde dos de los vagones fueron arrojados hacia el Sil. Uno de ellos se detuvo sobre la orilla derecha, aunque con un eje bajo el agua. El segundo se paró en la zona superior de la ladera, continuando en una situación inestable, que amenazaba con seguir al anterior en su caída hacia el río. Los otros dos vagones que siguen en el lugar se encuentran en la plataforma de la línea León-Monforte, de cuya vía descarrilaron.
El Adif trasladó dos grúas de 80 toneladas a Sobradelo para retirar los vagones descarrilados. Foto: Isaac Cruz
Compás de espera
Las grúas permanecían paradas a escasos metros de los vagones. Los trabajadores estaban a la espera de que Renfe obtenga los permisos de la Xunta y Confederación Hidrográfica do Miño-Sil para comenzar las labores de retirada. Una vez obren en su poder "está previsto que comiencen los trabajos de manipulación y retirada de los vagones", según fuentes del Adif.
Por otra parte, la Fiscalía provincial de Ourense abrió de oficio diligencias para investigar si existe "un posible delito contra el medio ambiente". La Fiscalía entiende que si ha habido indicios de delito se presentaría una denuncia en el juzgado, mientras que en caso contrario se archivaría.
En este sentido, Adif se refirió a los expedientes y posibles sanciones que contra ella anunciaron la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, que consideró la infracción "grave" y aprobó una sanción inicial de 35.000 euros, y la Confederación Hidrográfica do Miño Sil, donde no concedieron ningún permiso para arrojar los vagones al río, abriendo también un expediente. Fuentes del Adif apuntaron que todos ellos fueron abiertos por las "autoridades medioambientales competentes en esa zona, por lo que es legítimo su proceder. No obstante, Adif está en contacto permanente, desde el primer momento, con técnicos de Xunta e Hidrográfica para diseñar el plan de retirada de los vagones".
Investigación interna
Esta empresa recordó que también inició una investigación interna "para determinar con rigor lo sucedido, depurando las responsabildiades que procedan. Esa investigación interna se va a resolver con todas las consecuencias y de acuerdo con el compromiso medioambiental de Adif".
La caída de los vagones al Sil ha generado un rosario de críticas de los grupos políticos, a las que se unía ayer Podemos, que reclamó al Gobierno, a través de una iniciativa registrada en el Congreso de los diputados, un plan para recuperar los vagones del Sil y restaurar la zona afectada, al tiempo que consideraba "insuficiente" la multa impuesta por la Xunta a Adif dada la "grave negligencia cometida". y el "impacto en la zona".
Los análisis del agua del sil son continuos
Los análisis de las aguas del río Sil, aguas abajo del punto donde fue a parar uno de los vagones descarrilados son continuos. Durante el mediodía de ayer, a escasos 50 metros de distancia del punto donde ocurrió el descarrilamiento, un técnico procedía a tomar muestras del agua.
