Juan Carlos Castro fue elegido, por segunda vez consecutiva, como presidente de la Asociación O Cigarrón de Verín
Juan Carlos Castro fue elegido, por segunda vez consecutiva, como presidente de la Asociación O Cigarrón de Verín, que aglutina, en la actualidad, a más de 150 socios. Castro apostará, en los próximos dos años, por mostrar el símbolo verinés al resto del mundo y por conseguir, al fin, una sede para la agrupación.
¿Cómo afronta esta nueva etapa?
Un poco en la línea de la primera, y buscando que los más jóvenes se sigan involucrando para que ellos tomen el relevo en la asociación.
¿Qué objetivos se marca?
Me gustaría poder salir a más sitios y promocionar y defender la figura del Cigarrón. También quiero luchar porque se nos haga un reconocimiento público, por ejemplo, una calle con el nombre de la asociación (ríe). Es una pequeña ilusión que tengo, aunque lo más importante es que el Ayuntamiento de Verín nos ceda una sede para hacer obradoiros sobre la figura del Cigarrón.
¿Cuántos Cigarrones hay en Verín?
Puede haber unos 500, por lo que tenemos que trabajar para que se unan a la asociación. Hace años éramos más, pero supongo que la falta de iniciativa de por aquel entonces llevó a esa pérdida. Queremos que se sientan representados con nosotros, pero hay varios grupos que desfilan de diferente manera y que tienen ideas distintas.
¿Falta unión entre los Cigarrones de Verín?
No. Hay unidad, pero hay formas distintas de ver las cosas, unos son más aperturistas y otros prefieren preservar una fiesta más íntima. Yo prefiero mostrar nuestro Entroido fuera y evitar una masificación. Si vas todos los años a Valladolid, por ejemplo, luego sus vecinos no tienen necesidad de venir aquí.
¿Secundan la posibilidad de que el Concello pida la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional?
Creo que, a la larga, sería una cosa buena, pero mantener esa categoría pienso que también tendría su coste a la hora de preservarlo.
¿El relevo generacional de los Cigarrones está garantizado en Verín?
Este ha sido el año, de toda mi vida, en el que más Cigarrones he visto desfilar. Llevo 15 años vistiéndome y, te puedo garantizar, que para cada Entroido se hacen unos 30 trajes nuevos. Ha habido un crecimiento enorme, yo creo que, incluso, tendríamos que replantearnos la forma en la que hacemos los desfiles porque ya somos muchos. El desfile infantil contó con 1.300 niños. En el Corredoiro hubo vídeos de más de cuatro minutos y no terminábamos de pasar.
