Los agentes de la UDEV asumieron la investigación para determinar la causa e identificar al autor
La investigación del incendio que calcinó en la madrugada del pasado día 24 las termas privadas de A Chavasqueira dio un giro en las últimas horas. A las pesquisas se sumaron los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) al hallar indicios de que el fuego fue intencionado. La Policía Nacional ya manejó esta hipótesis desde un principio, pero el trabajo que realizaron los policías expertos en incendios desplazados desde Madrid y, posteriormente, la Unidad de Guías Caninos, también llegados desde la capital de España, descarta que el incendio fuera a causa de un cortocircuito o se produjera de forma accidental.
En las dependencias policiales de As Lagoas declinaron este jueves desvelar cualquier dato referente a la investigación, argumentando que se estaba a la espera de los resultados de la inspección técnica ocular realizada por los agentes de la Unidad de Guías Caninos, que revisaron el pasado lunes las cenizas de las termas, en cuya tarea utilizaron perros adiestrados en esclarecer incendios.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno sí reconocían que la Policía Nacional abrió una línea de investigación tras recabar datos que apunta a que fue intencionado.
Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta comenzaron a recabar información en torno al funcionamiento de las instalaciones y las personas que accedían a ellas con el objetivo de hallar pistas que permitan determinar los motivos por los que fue provocado el incendio. El recinto continúa acordonado por los agentes.
Un producto químico aceleró las llamas
La Policía Científica, nada más realizar la primera inspección en las termas, al día siguiente de registrarse el incendio, ya barajó la hipótesis de que podría haberse utilizado un producto químico como acelerante para que las instalaciones ardieran en el menor tiempo posible y sin dejar ningún tipo de rastro.
Esta hipótesis la refrendaron los policías especialistas desplazados desde Madrid y, posteriormente, la Unidad de Guías Caninos. La estructura de las termas, en cuya construcción predominaba la madera, quedó completamente calcinada, pero los policías les levantó sospechas, según fuentes cercanas a la investigación, que las llamas no afectaron a toda la estructura por igual: mientras trozos de madera ardieron prácticamente hasta consumirse, otros, que estaba pegados, quedaron a medio arder o no se vieron dañados.
