Es la tercera casa afectada por las llamas en la comarca de Monterrei la última semana
La tragedia ha vuelto ha cebarse con una familia de escasos recursos en la madrugada de ayer sábado, esta vez, y por tercera prácticamente consecutiva en la comarca de Monterrei, en la localidad de Pepín, en Castrelo do Val. Pasadas las cuatro de la mañana se desataba un incendio en la vivienda por motivos que se desconocen, aunque las primeras hipótesis apuntan a que pudo tratarse de un cortocircuito. Según relatan los vecinos, la familia que ocupaba el inmueble -un matrimonio de nacionalidad portuguesa, sus dos hijos y el abuelo de éstos- abandonó la casa pasadas las ocho de la tarde con destino a la localidad lusa natal de la mujer.
Sobre las cuatro, fue uno de los perros de una vivienda cercana el que alertó a su dueña, quien posteriormente solicitó la ayuda de los vecinos. La rápida actuación de todos ellos y de la llegada de los efectivos de bomberos impidieron que se propagase a propiedades colindantes, aunque una de ellas no pudo librarse del avance de las llamas y acabó siendo afectada en una de las habitaciones. Tampoco se vieron afectados los tres cerdos que estaban en la cuadra. Una vez extinguidas las llamas los propios vecinos contemplaron como abandonaban el inmueble destruido.
TODO UN PUEBLO CON ELLOS
La familia, de escasos ingresos, vio como todo el pueblo se volcó inmediatamente y le socorrieron con lo más necesario, después de haberlo perdido todo -incluso el poco dinero que tenían ahorrado permanecía en la vivienda-. El Concello de Castrelo do Val puso a disposición del matrimonio el centro social de Pepín, y desde primera hora de la mañana de ayer todos los convencinos se afanaban en facilitarle a la malograda familia los enseres más básicos, algo de ropa, colchones y útiles de cocina que les permitan reanudar, en las mejores condiciones posibles, su vida.
También se ha habilitado una cuenta corriente en una entidad bancaria para que todos aquellos que deseen colaborar ingresando un donativo.
