Cartas al director

El independentismo, sus raíces de desarrollo

El independentismo es el cáncer de la nación española. Dejemos de insultar a Pedro Sánchez a través de las redes sociales, porque está haciendo lo mismo que han hecho todos los presidentes del Gobierno de España desde los tiempos de Felipe González: pactar con los independentistas para gobernar, ayudándoles a conseguir sus objetivos de independencia, en lugar de enfrentarse valientemente, legalmente, contra el desarrollo de sus pretensiones de ruptura de España.

La raíz del problema que hay que resolver, es la existencia misma del independentismo organizado que es lo que hay que evitar a toda costa. Eso se evita con la legislación de tres posibilidades semejantes a las que tienen los países europeos en sus constituciones:

Ilegalizar los partidos políticos independentistas.

Establecer la circunscripción única en la elecciones generales.

Exigir un mínimo del 3 o 5 % de los votos válidos emitidos, para obtener representación en el Congreso de los Diputados.

¿Por qué se resisten tanto a considerar estas posibilidades los sucesivos gobiernos de España? Supongo que por varias razones: miedo a las consecuencias, cobardía a la hora de enfrentarse al independentismo, o comodidad pensando en salir del paso y “el que venga detrás que arree”. Pero esto es la táctica del avestruz, agachar y ocultar la cabeza, pretendiendo que no viendo el peligro, éste desaparece o no existe.

Mientras no se tomen alguna o algunas de estas medidas, el problema de la ruptura subsistirá y se agravará cada vez más. A Pedro Sánchez no le importa lo que pueda pasar con España, ni con su partido. Lo que le importa por encima de todo es llegar a ser presidente del Gobierno efectivo, no solo “en funciones”.