Devadeep Purohit (Calcuta, India, 1973) asegura que su país tiene muchas similitudes con España –"A nosotros también nos encanta el fútbol", bromea–. El periodista, que trabaja para el diario indio The Telegraph, protagoniza este viernes, a las 12,00 horas, una charla en la Escola de Artes Antón Faílde en la que hablará de la India, mitos y realidades incluidas. "Mi trabajo es contar historias y a veces aprendo de ellas", cuenta.
Dice que España e India se parecen.
Hay muchas similitudes entre nosotros. Además del gusto por el fútbol, en India también tenemos diversas provincias con distintos idiomas y, como aquí, algunas reclaman su independencia. Nuestra economía no está pasando por su mejor momento, como aquí, y los medios de comunicación también están afrontando muchos cambios, como aquí.
¿Es hora de cambiar la visión europea sobre su país como un lugar pobre?
Es cierto que India es pobre, pero tenemos mucha población, hay mucha gente rica también. Además, hay un mercado muy potente, muchas empresas españolas están interesadas en él, también Estados Unidos o China. Las cosas están cambiando. La mirada europea se queda en la pobreza, pero esa no es la historia completa del país, hay dos caras de la moneda.
¿Y el papel de la mujer?
Históricamente, nuestra sociedad era patriarcal, pero las cosas están cambiando en eso. En los años 60, la primera ministra era una mujer –Indira Ghandi–, la expresidenta es también una mujer – Pratibha Devisingh– y la anterior portavoz del Gobierno también era mujer – Sumitra Mahajan–. En la parte más pobre de la ciudad todavía están subyugadas al hombre, la educación tiene un papel muy importante en eso, es la única forma de alcanzar la igualdad.
¿Qué puede aprender España de India?
Eso es algo que tienen que decidir los españoles, pero nuestro país es el ejemplo de que los diferentes pueden convivir, algo muy importante en la actualidad. Además, mucha gente viaja a India a conocer nuestra espiritualidad, a practicar yoga, a encontrar la paz mental. De hecho, India tiene que crecer a partir de eso, de sus particularidades, no buscando compararse con Occidente.
