Hoy se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama, una cita que sirve para recordar la importancia de la detección precoz. Jesús García Mata, jefe del servicio de Oncología Médica del CHUO, destaca la prevención es el tratamiento más eficaz para hacer frente a esta patología que cada vez tiene mayor índice de supervivencia.
¿Porqué el cáncer de mama es uno de los más frecuentes?
Realmente no se sabe. Lo que está claro es que es el más frecuente en mujeres y de forma global, el más prevalente porque hay muchas diagnosticadas que lo padecen o que ya lo han padecido por esa frecuencia.
Esto lo logra su elevado índice de supervivencia...
La investigación ha hecho que cada vez tengamos tratamientos más eficaces, lo que hace que cada vez se curen más. Por otro lado, tenemos a la detección precoz significa que encuentras los tumores en fases con mayor posibilidad de curación, donde se diagnostican la mayoría. El índice global está en más del 80%, llegando a más del 90% en algunos tipos de este cáncer.
¿Qué técnicas de prevención existen?
Lo principal es una detección precoz con mamografías, que dependiendo del país occidental, se empiezan los controles en todas las mujeres a los 45 o 50 años. Esto está demostrado que las mujeres diagnosticadas así viven más. Las que tengan antecedentes directos de riesgo a padecer cáncer de mama hacemos una iniciativa diferente. Se las somete a un consejo genético para detectar la presencia de alteraciones y el diagnostico es de otra manera, además de unos controles más exhaustivos. Si el consejo detecta anomalías propensas a padecer este cáncer, se puede proceder a una masectomía bilateral profiláctica.
Las formas de actuar tampoco son las mismas que hace años.
Tenemos tratamientos que se toleran mejor que antes. Las cirugías son menos agresivas, cada vez son más conservadoras. Los tratamientos de detección son más específicos y no hay que demorar el proceso por temor a los procedimientos. Dependiendo del caso y de las características biológicas del tumor, que cada vez conocemos más, nos da mucha información sobre cómo podemos actuar ajustándonos al paciente.
¿La pandemia afectó de algún modo?
Yo creo que no. Durante el momento más álgido de la pandemia las cirugías que se mantenían eran las oncológicas, por lo que creo que cambió poco.
¿Cómo gestionaron los tratamientos?
Siempre valoramos el riesgo de cada tratamiento al paciente y, en este momento, hay que añadir el de venir aquí y todo lo que conlleva desde que salen de casa. Somos todavía más rigurosos a la hora de decidir qué pacientes se benefician realmente del tratamiento para que vayan al hospital a recibirlo.
