En una ciudad caracterizada por el abuso del uso de vehículos -casi 300.000 viajes diarios-, el Plan de Movilidad Urbana Sostenible analiza también otras formas sin duda más baratas y ecológicas para desplazarse: andando y en bicicleta.
En el análisis de los viajes realizados diariamente en el casco urbano, el estudio calcula que alrededor de 127.000 son no motorizados. Con todo, propone una serie de medidas para potenciar más estas formas de desplazamientos.
En lo que respecta a los peatones, el estudio apuesta por crear un plan de accesibilidad, de forma que se supriman las barreras arquitectónicas de las calles y los edificios municipales y que se disponga adecuadamente el mobiliario urbano. Sugiere también el documento dotar a las calles de aceras más anchas que faciliten el tránsito de personas con movilidad, así como la creación de unos itinerarios peatonales seguros y debidamente señalizados, principalmente en las zonas del centro de la ciudad. Asimismo, considera de importancia la puesta en funcionamiento de rutas saludables en las zonas verdes para la práctica de deportes al aire libre, una función que en la actualidad cumplen las riberas de los ríos.
Por su parte, en materia de movilidad ciclista el estudio apuesta por crear una red urbana que conecte de norte a sur y de este a oeste la ciudad, y a su vez, con el centro histórico. Además, propone una red ciclista interurbana que sirva de conexión entre el casco urbano principal y las áreas rurales del municipio. En ambos casos, se busca facilitar que el desplazamiento en bicicleta sea cómodo y seguro.
En lo que respecta a los peatones, el estudio apuesta por crear un plan de accesibilidad, de forma que se supriman las barreras arquitectónicas de las calles y los edificios municipales y que se disponga adecuadamente el mobiliario urbano. Sugiere también el documento dotar a las calles de aceras más anchas que faciliten el tránsito de personas con movilidad, así como la creación de unos itinerarios peatonales seguros y debidamente señalizados, principalmente en las zonas del centro de la ciudad. Asimismo, considera de importancia la puesta en funcionamiento de rutas saludables en las zonas verdes para la práctica de deportes al aire libre, una función que en la actualidad cumplen las riberas de los ríos.
Por su parte, en materia de movilidad ciclista el estudio apuesta por crear una red urbana que conecte de norte a sur y de este a oeste la ciudad, y a su vez, con el centro histórico. Además, propone una red ciclista interurbana que sirva de conexión entre el casco urbano principal y las áreas rurales del municipio. En ambos casos, se busca facilitar que el desplazamiento en bicicleta sea cómodo y seguro.
