A Joe Biden no le es extraña la Casa Blanca, conoce perfectamente su funcionamiento interno, la residencia, incluso a gran parte del personal de servicio. Ha sido vicepresidente durante los ocho años de Obama, con más actividad que otros “número dos” que apenas eran algo más que objetos decorativos. Obama le dio competencias, sobre todo en política exterior y en algo básico para quien ejerce la presidencia: las relaciones con el Capitolio. Gracias a Biden y a los apoyos que conseguía de congresistas y senadores, algunas de las leyes más polémicas de Obama pudieron superar la aprobación de las Cámaras legislativas.
Ya ha anunciado que su idea es dar también relevancia a Kamala Harris, la primera mujer que alcanza la vicepresidencia. Tanto Biden como Harris cuentan con amplia experiencia política, él como senador durante más de 30 años y vicepresidente, y ella como Fiscal General de California y senadora. No será la única mujer en la cúpula del poder, Biden dijo en campaña, y lo ha reiterado en los últimos días, ya electo, que piensa contar con un buen número de mujeres en su gabinete y en cargos de máxima responsabilidad.
Trump sigue sin reconocer el resultado electoral, pero cada vez pierde más apoyos y en el Partido Republicano se empieza a percibir una quiebra, lo que hace pensar que está próxima la lucha por el poder e ir diseñando ya la estrategia para presentar un candidato sólido dentro de cuatro años para competir con Kamala Harris, a la que se considera segura candidata a la presidencia pues el propio Biden dejó caer durante la campaña electoral que solo piensa cumplir un mandato. Son por tanto cuatro años cruciales para los demócratas, a los que costó encontrar un buen candidato para competir con el carismático Trump que entusiasmaba a los conservadores americanos, y cruciales para los republicanos, que han quedado devastados, y divididos, tras el triunfo de Biden.
El presidente electo tiene ideas muy claras sobre su mandato: la prioridad será la sanidad y la lucha contra la pandemia, que se ha cobrado hasta ahora 240 mil víctimas mortales. Tomará medidas para relanzar la economía y crear empleo, en baja como consecuencia del corona virus, pero también habrá cambios radicales en política exterior y en la defensa del medio ambiente: en su primer discurso como presidente electo Joe Biden ha anunciado que Estados Unidos regresa a la OMS y a la Conferencia de París que se ocupa del cambio climático, organizaciones de las que Trump renegó durante su mandato.
Biden, sin perder el tiempo, antes incluso de iniciar su presidencia, ya ha diseñado cómo serán los nuevos Estados Unidos.
