El traumatólogo Juan Blanco Novoa es experto en la cirugía de rodilla y hombro en el CHUO. Este lunes será uno de los protagonistas de la conferencia online “Retos en las reparaciones y reconstrucciones ligamentarias complejas”, en la que conectarán doctores de EEUU, Hispanoamérica y España.
¿Cómo valora su participación en este curso?
Es un orgullo para mí y para el CHUO compartir conocimientos con grandes cirujanos como son Gonzalo Ferrer y Jorge Chaía. No voy a dar lecciones de nada, sino a aprender. Me siento como un futbolista que juega en el equipo de su pueblo y le llama el Real Madrid.
¿Por qué se especializa en dos articulaciones distintas?
Todos los artroescopistas empezamos en la rodilla, una articulación grande y “fácil”. Después me formé para intervenir en el hombro. La rodilla es articulación de carga y el hombro no, pero por su inestabiliad tiene otro tipo de problemas. De hecho, el número de operaciones que se realizan es similar.
¿Ha avanzado mucho la cirugía de la rodilla en los últimos años?
Cuando acabé la carrera, uno de mis profesores nos despidió diciendo “os hemos hablado de la actualidad. Ya solo es válido el 30%, seguid estudiando toda vuestra vida”. En 20 años ya he cambiado drásticamente tres veces mi manera de tratar los cruzados. Hoy en día, sin abrir la rodilla, podemos comprobar los daños en un ligamento, quitar injertos y embutirlos en él, todo sin ingreso en el hospital. Y el avance continuará: se está trabajando en biomateriales para sustituir cartílago con proteínas. El mayor reto es tratar a jóvenes activos y devolverlos a su estado antes de lesionarse.
¿Qué consejo daría a la ciudadanía?
Que los cursos de prevención no son una excusa para salir del trabajo, y que todos podemos hacer deporte pero no jugar partidillos de fin de semana después de no haber hecho nada en cinco días. Otro mal ejemplo son los que tras el confinamiento salían a correr "a lo loco", solo por salir de casa.
¿Diría algunos síntomas de lesión grave en el hombro o la rodilla?
El hombro duele sobre todo por la noche al relajarse, por eso muchas personas recién operadas tienen que dormir semisentadas. Y que cuesten los primeros pasos al levantarse, o tener la rodilla hinchada al día siguiente de hacer deporte, son indicativos de lesión en el menisco.
