Los judíos celebran con la Pascua su liberación de la esclavitud en Egipto

Judíos ultraortodoxos queman pan y otros productos con levadura en el asentamiento de Ramat Shlomo al este de Jerusalén. (Foto: JIM HOLLANDER)
Los judíos en Israel y en todo el mundo celebran a partir de hoy y durante una semana su Pascua, conocida en hebreo como 'Pésaj', con la que recuerdan la liberación de sus ancestros de la esclavitud del Egipto faraónico hace 3.500 años.
Al caer la noche los observantes y tradicionalistas iniciarán la festividad con una abundante cena ritual o 'seder', de acuerdo con un antiguo mandamiento bíblico que recomienda a los creyentes: 'Recordad en todas las generaciones la liberación como si vosotros mismos hubieseis sido esclavos en Egipto'.

Esta cena, que es precisamente la que celebró Jesús con sus doce discípulos en el Cenáculo del Monte Sión de Jerusalén y se conmemorará el próximo Jueves Santo, es una de las más importantes del calendario hebreo y se caracteriza por la ausencia total de productos con levadura.

Según manda la tradición, los judíos se privarán durante la semana pascual de comer pan o todo otro producto leudado a fin de recordar el episodio que narra el Éxodo en el que los israelitas escaparon de la esclavitud dirigidos por Moisés a toda prisa y sin poder esperar a que subiera y se horneara la masa del pan.

Así, los observantes e incluso gran parte de la población secular en el Estado judío come durante esta semana pan ázimo, llamado en hebreo 'matzá', que se prepara con sólo harina y agua, y cuya mezcla se mete casi inmediatamente en el horno.

El Antiguo Egipto fue la primera civilización que supo cómo hornear el pan en contraste con los pueblos de la época, en su mayoría nómadas como los israelitas, que solían comer una mezcla de agua y harina de cebada calentada sobre una piedra.

De hecho, los primeros panes del pueblo judío no contenían levadura o fermento alguno y no fue hasta el contacto con los egipcios que aprendió la nueva manera de cocinar el pan.

No es casual que una civilización asentada sobre una rivera donde crecían cereales como el trigo, construyera los primeros hornos de ladrillo en los que se cocía indirectamente una masa que se dejaba previamente elevar.

De ahí que los antiguos egipcios fueran conocidos en tiempos bíblicos como 'comedores de pan'.

'En el tiempo en que los israelitas vivieron bajo la autoridad del Faraón habían adoptado la costumbre diaria de cocinar el pan', señala la articulista Leah Koenig, del periódico judío 'Forward', al destacar que con el tiempo el alimento se ha convertido en elemento central de la tradición religiosa judía.

'Así que cuando escaparon de Egipto para pasar 40 años en el desierto, ciertamente dejaron atrás la opresión, pero también las comodidades de una sociedad estable y agrícola que les era familiar', apostilla.

Además del pan ázimo, que se asemeja a una crujiente galleta tostada, los comensales suelen degustar otros alimentos que recuerdan los momentos agridulces y las penurias del éxodo bíblico y que forman parte de un ritual que abre paso a la copiosa cena.

También se acostumbra leer la 'Hagadá' de Pésaj, que narra la gesta que encabezó Moisés para sacar a su pueblo del yugo del faraón y el posterior deambular durante décadas por el desierto del Sinaí.

Para hacer más amena la celebración, en la que se intercalan cánticos y enseñanzas a través de moralejas, los niños suelen preguntar a sus mayores: '¿Por qué es esta noche distinta de otras?, a lo que les responderán cantando que 'esta noche nos sentamos reclinados', pues 'hemos dejado de ser esclavos, ahora somos libres'.

Y se narran episodios como el de las diez plagas divinas con las Moisés logró doblegar al Faraón tras pedirle encarecidamente 'Deja a mi pueblo marchar'.

El Antiguo Testamento recoge que los hebreos participaron en la construcción de las ciudades-granero de Pitón y Ramsés en el Antiguo Egipto, aunque los historiadores no se ponen de acuerdo sobre la identidad del faraón bajo el que lo hicieron.

Esto no ha impedido que Hollywood perpetuara la mítica figura de Ramsés II en la cinta de 'Los Diez Mandamientos', que al igual que la Pascua judía, recuerda el Éxodo y la marcha por el Sinaí hacia la 'Tierra Prometida', a la que no llegó Moisés, quien sólo pudo verla desde el monte Nevó, hoy en Jordania.

La festividad también se conoce como 'Fiesta de la 'Primavera' o la 'Libertad' y es una de las fechas de peregrinaje a Jerusalén.

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