REPORTAJE

Lina, poeta a los 91 años, en A Peroxa

Desde pequeña, Evangelina Varela escribe poesía. En los últimos siete años sigue componiendo y recitando. Lo hace en la residencia Nuestra Señora de la Salud de A Peroxa, perteneciente a la Fundación San Rosendo. 

A Evangelina Varela, de 91 años, sus compañeros de la residencia Nuestra Señora de la Salud de A Peroxa, perteneciente a la Fundación San Rosendo, la conocen como Lina. Lina, la de las poesías. "Érase un día un anciano que al regreso de la villa subiendo por el atajo se sentó en una piedra para tomar un descanso. ¡Qué lejos es el camino cuando uno es anciano! Y volviendo la cabeza, vio a un cazador cazando ...", recita Lina un fragmento de "El anciano". "Esta seina de memoria. Téñoa en galego e en castelán. Tamén me gusta moito a do 'Caracol', que a aprendín de nena".

Cuando le preguntan porqué escribe composiciones poéticas, esta mujer de Ferreira de Pantón lo tiene claro: "Síntome inspirada para facer poesía. Algunhas fíxenas cando era máis nova e unha neta foi a que mas pasou a máquina. Outra escribinas aquí na residencia xa de vella", apunta.

Sin embargo, echa en falta no haber recibido algún tipo de formación. "Eu non podo facelas como quero porque me falta a preparación". Tenía un hermano poeta, Fermín Varela. "Tiña un irmán que era poeta de verdade. Morreu na guerra. Ese facíaas como quería Cando el morreu eu tiña 11 anos", recuerda. Su hermano llegó a dedicarle una composición al dictador Francisco Franco. "Escribía en pregos de papel que tiñan a cara do Franco. Fíxolle unha poesía a Franco".

Detrás de su mirada se esconde una situación de maltrato que no olvida. "O meu marido era maquinista da Renfe pero emborrachábase moito. Chegaba á casa bébedo e pegábame", lamenta. Un día logró quitarse la venda de sus ojos. "Separeime do marido. Pedín a separación no tempo de Franco que era moi difícil conseguila pero conseguina", destaca. Después, emigró a Suiza. En la actualidad, lleva desde 2010 en la residencia de Nuestra Señora de la Salud de A Peroxa, donde recita poesía a sus compañeros.

La educadora social de este cento, Thalía Sequeiros, destaca la importancia de ocupar el tiempo de ocio de las personas mayores. "Durante as mañás facemos actividades de orientación. Lemos os xornais e facemos traballos manuais". Durante estos días, realizan manualidades con motivo de la Semana Santa. Por las tardes, estimulan la psicomotricidad de los usuarios de los centros. "Temos ximnasia á primeira hora da tarde. Tamén temos bingo", enumera Sequeiros.

La actividad se enmarca dentro del proyecto Experiencia activa, una iniciativa puesta en marcha por la Fundación San Rosendo y que cuenta con el apoyo del diario La Región e Inditex. 

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