Llega a Galicia la exposición ‘De madres a hijas’ sobre la mudez histórica de las mujeres

La diseñadora Ana Vázquez. (Foto: Rosa Veiga)
A partir del viernes se podrá ver por primera vez en Galicia la exposición ‘De madres a hijas’, con 17 obras de hilo y otros elementos de costura que la autora, Ana Vázquez, utilizó como símbolos de la mudez histórica de las mujeres ‘que sólo pudieron expresarse con la costura mientras los hombres monopolizaron la escritura’, explicó.
La diseñadora mostró en cinco ocasiones anteriores su instalación sobre el silencio femenino en sendas salas de la Comunidad de Madrid, pero ahora llega al edificio Simeón de Ourense y esta primera vez en Galicia es para ella un acontecimiento especial, pues es hija de un gallego de Portomarín (Lugo) y de una andaluza.

Para Vázquez, la apertura de la exposición, prevista para mañana, es en realidad un ‘retorno’ a Ourense, ya que la idea de las obras surgió hace cuatro años en una gasolinera de Xinzo de Limia.

‘Vine a la boda de una amiga con mi padre y al parar a repostar me fijé en esos manojos de hilos y restos textiles que tienen para que te limpies las manos de grasa y me llevé varias cajas’, agregó.

Tras ese viaje, Ana Vázquez, que reside en Madrid y trabaja en la Real Fábrica de Tapices, fue operada de la glándula tiroides, lo que la dejó sin voz durante seis meses.

‘En poco tiempo surgió este trabajo como una reflexión sobre la mudez histórica de las mujeres, ya que no se les permitía aprender a leer y escribir, y sobre el doble significado de la costura como labor históricamente femenina y como forma de escritura sobre la tela que se transmitió de una generación a otra’, agregó.

La exposición está formada por maniquíes sin garganta, alfileteros, vainas de hilo y prendas de vestir, colocadas en suspensión y elaboradas con cuatro kilos de hilos, engrudo y trozos de tela.

Con ellos, Ana Vázquez muestra una forma de ‘conciliar’ la tradición transmitida por las madres ‘que no pudieron elegir su forma de vivir’ y la libertad de las mujeres hoy, pues considera que está en el medio de ambas situaciones y quiere aprovechar lo mejor de cada una.

En ese sentido, dijo que la exposición surgió como terapia ‘para descoser las palabras que quedaron atrapadas en la costura de la garganta, tras la operación’, dijo, pero se transformó en un mensaje en el que la piel equivale a la tela y la costura se representa como escritura, y a ambas se le suman elementos actuales como la impresión digital de unas tijeras en varias de las obras.

La comisaria de la exposición Concepción Alvarez ‘Cachito’ descubrió la obra en una sala de Madrid y consideró que muestra el papel de las mujeres como transmisoras de saber y es un homenaje a las que no pudieron elegir a lo largo de los siglos, frente a las actuales que, como muestra de solidaridad, deben dar valor a su legado.

La autora explicó que el mensaje está en su obra, pero también en el lugar que acoge la exposición y para adecuarlos entre sí, trabajó con una maqueta de la sala de exposiciones del edificio Simeón y colocó en ella miniaturas de cada una de las 17 esculturas.

‘De madres a hijas’ es su primer trabajo individual pero participó en otros como integrante del colectivo ‘La bombilla encendida’ de Madrid, formado por seis mujeres que, entre otras cosas, organizó un desfile de ropa comestible en un centro de personas mayores cuyos modelos eran algunos de los residentes.

En ese desfile, según Vázquez, las autoras elaboraron trajes y complementos con patatas fritas y chorizo, caramelos derretidos, huevos de codorniz o trozos de piña ‘con la intención de dar un aire divertido a una reflexión sobre la vida’, agregó.

Entre sus proyectos está ‘buscar la forma’ de vivir en Pontevedra, para seguir en Galicia sus estudios de Bellas Artes ‘porque es duro hacer 15 horas extras en el trabajo, concentradas, para poder disponer después de ese tiempo para preparar y colocar en Ourense la exposición, y encima es más apetecible vivir aquí que en Madrid’, agregó.

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