WRC

Luces, records y sombras tras el inicio del Mundial en Montecarlo

Loeb rally
photo_camera Sébastien Loeb y Daniel Elena, en el Hyundai I20 WRC. (HYUNDAI)

El rally monegasco dejó además de la lucha a la entre Ogier y Neuville, varios puntos fuertes y alguna duda

El primer rally del Mundial de rallys ya es historia. La espectacular batalla vivida entre Sébastien Ogier y Thierry Neuville en Montecarlo deja una serie de claves e incógnitas que se irán solventando con el paso de un campeonato que se presenta emocionante.


Ogier, Neuville y Tänak: un ritmo superior al resto


Si algo ha quedado claro después de la cita monegasca es que Sébastien Ogier (Citroën), Thierry Neuville (Hyundai) y Ott Tänak (Toyota) tienen un ritmo superior al de todos sus rivales. En el caso del estonio, solo un pinchazo que le hizo perder dos minutos le privó de luchar por el triunfo (finalmente fue tercero) con los otros dos contendientes, en una prueba en la que marcó siete de los dieciséis mejores cronos de especial.


La decepción: el equipo M-Sport, muy lejos


En un año de transición tras la salida de Ogier rumbo a Citroën, el equipo M-Sport fue uno de los puntos negativos. Pontus Tideman, que afronta un programa reducido con la estructura británica se salió en el primer tramo del jueves; Teemu Suninen hizo lo propio en el segundo y Elfyn Evans, estrenándose como jefe de filas, terminó contra unos árboles cuando rodaba séptimo a ya más de tres minutos de la cabeza.


Un final de infarto: la diferencia, 3 segundos


Sébastien Ogier venció con tan solo 2.2 segundos de ventaja sobre Thierry Neuville. Poniéndolo en perspectiva y tras 323 kilómetros de competición, se reduce a dudar en la entrada de una curva. Un hecho que demuestra el nivel de estos dos pilotos.


El récord de Rohrl: Ogier empata con el alemán


Hasta ahora, solo Walter Rohrl había conseguido ganar en Montecarlo con cuato marcas distintas. Desde el domingo, Ogier le iguala ya que se ha impuesto con Citroën, Peugeot, Volkswagen y Ford.


Sébastien Loeb: el retorno del rey


El fichaje de Sébastien Loeb por el equipo Hyundai fue el pelotazo del mercado invernal. Sin apenas test previos, el nueve veces campeón del mundo compitió en Montecarlo a buen nivel, alternando buenos cronos (firmó dos scratch) con otros más discretos, en los que destacó la falta de confianza y kilómetros con el I20 para ser cuarto.


La organización: un tramo cancelado


La edición 87 de la carrera fue atípica. Con su habitual organización, el trazado fue el más corto de la historia reciente (323 kilómetros) y tan solo se disputaron 16 tramos en cuatro días. El viernes comenzó con la cancelación de una de las especiales por público mal situado, algo que viene por ofrecer al público un solo acceso. También cambió la entrega de premios, que sí favoreció a las miles de personas que se congregaron en la ceremonia en Montecarlo.


Los WRC, aún más rápidos: Neuville rodó a casi 200 km/h


La evolución técnica de los nuevos Wrc ha llevado a los vehículos a rozar en varias ocasiones los 200 kilómetros por hora. Según las cámaras interiores, Neuville y Loeb, con los Hyundai llegaron a los 185, en algunos puntos, lo que sumado a la espectacular aerodinámica que disponen los convierten en un espectáculo.


El futuro: Rovanpera y Greensmith


Kalle Rovanperä es a sus 18 años la sensación del Mundial. En un Skoda Fabia R5, el finlandés pagó su falta de experiencia pero junto al ganador del la categoría WRC2 Pro, Gus Greensmith (Ford Fiesta R5), fueron capaces de superar a los vehículos de la máxima categoría en varios tramos. Ojo a las nuevas generaciones.

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