Antonio Otero salió de Ourense el pasado jueves con destino Barcelona, en el tren hotel de las siete y media de la tarde. La llegada estaba prevista para las nueve menos diez de la mañana de ayer, pero se alargó. Casi cinco horas.
Al llegar a Monforte, el tren se detuvo para realizar la parada pautada, pero tardó en arrancar mucho más de lo esperado. "Avisaron polo altavoz de que estariamos parados 3 horas, pero estivemos 5, sen ningún tipo de aclaración por parte do persoal", relata Otero. No es la primera vez que se encuentra con una situación similar en un viaje: "O meu récord con Renfe foron 12 horas de retraso dende Barcelona a Ourense, de chegar ás 9 da mañá chegamos ás 8 e media da noite".
Después de la parada, y con los planes de casi un centenar de pasajeros trastocados, el tren siguió hacia Barcelona. "Antes de entrar en Zaragoza tamén estivemos esperando un cacho, porque non lles daban autorización para entrar no intercambiador da estación. Non é que expliquen nada, seino por experiencia con Renfe", explica Otero. La cafetería del tren se quedó sin café a primera hora de la mañana, por lo que la empresa decidió regalar cruasanes y zumo de naranja. "Non avisaron por megafonía, senón que sóubeno grazas aos viaxeiros que foron á cafetería, Adif utiliza aos seus clientes para o boca a boca", comenta el ourensano, que llegó a la ciudad condal a las 13,45 horas. "Se por 1 hora de retraso Adif devolve o 100 % do importe da viaxe, por 5 horas, que compensación material e moral podemos agardar de Renfe?", se pregunta.
Según fuentes de la empresa, el retraso en Monforte se produjo a causa de la rama del tren proveniente de A Coruña, que se detuvo en Cecebre por problemas técnicos y tuvo que ser remolcada hasta el punto de unión con los vagones procedentes de Vigo.
