Malas noticias para los jóvenes

<p></p>
photo_camera Varios jóvenes trabajando en un laboratorio.

Los jóvenes ganan poco dinero, a pesar de la recuperación, y la respuesta que se les da es una renta básica, como si hubiera que renunciar a su papel – protagonista y digno– en la economía productiva.

El domingo 9 de septiembre de 2012, el entonces joven Alejandro Maqueda (@AMaqueda90), licenciado en ADE por la Universidad de Granada e interesado en asuntos de economía, finanzas, auditoría y consultoría, según su propia definición, me escribió en Twitter “con espíritu emprendedor” para comentarme lo siguiente:

–Hablas de un horizonte de la crisis actual de 10 años (hasta 2018). ¿De verdad lo crees? Malas noticias para los jóvenes…

Alejandro Maqueda -en Twitter desde mayo de 2010- se refería a un análisis que había publicado aquel domingo en el diario La Región, titulado “Rajoy teme ser el presidente del rescate”, en el que comentaba la ampliación del horizonte de la crisis de 2008, “puede que hasta completar un ciclo de al menos diez años”. Como no podía ser de otro modo, le respondí a @AMaqueda90 de la mejor manera posible, en un intento de no renunciar a nada: ni a la veracidad ni a darle ánimos como emprendedor:

–Hablo de ese horizonte para volver a 2007, con crecimiento, tasa de paro razonable y sin problemas de déficit ni de tipos.

Estamos a mediados de 2019 con los datos de 2018 cerrados y revisados. El crecimiento de la economía, que en 2007 era del 3,8%, fue en 2018 del 2,6%, cinco décimas menos que en el año anterior. Como subraya el informe económico de Afundación, 2018 fue el quinto año consecutivo de expansión de la actividad económica y el crecimiento siguió siendo más fuerte que en las otras grandes economías de la zona euro como Alemania, Francia o Italia. Además, en 2018 España registró la mayor creación de empleo de los últimos doce años y la tasa de paro bajó al 14,4%, superando los 20,7 millones de ocupados.

España cerró 2018 con un déficit público de 31.805 millones de euros, incluyendo también las ayudas a la banca. Esto significa el 2,63% del PIB, una décima por debajo del objetivo que se había fijado el Gobierno de Pedro Sánchez al acceder a La Moncloa. No fue un mal dato pero lejos del resultado de 2007, donde hubo superávit, del 1,92% del PIB, equivalente a 20.792 millones de euros.

En cuanto a los tipos de interés, si consideramos como referencia el euríbor a 12 meses, en 2007 estaba en el 4,7% mientras que en diciembre de 2018 si situaba en el -0,1%.

¿Conclusión? El pronóstico hecho en 2012 en este periódico fue razonable, pero una autocrítica más a fondo no puede eludir otro error: los jóvenes de 2019 que eran como Alejandro Maqueda en 2007 tienen peores perspectivas, por mucho que las grandes cifras macroeconómicas se hayan recuperado. Un estudio del Banco de España pone de manifiesto que la precariedad laboral afecta principalmente a los jóvenes. Algo va mal cuando un país relega a su juventud y la excluye de su aparente bonanza económica.

En España, los jóvenes ganan ahora lo mismo que los jóvenes de finales de los años 90 -la era de Aznar en el Gobierno-, con lo cual se han convertido en la primera generación que tiene unos ingresos laborales inferiores a los de la generación precedente. Y, lo que es peor, en este caso nadie de atreve a pronosticar el año de la recuperación, ya que el debate se centra en si debe introducirse una renta básica, aplicable también a los mayores de 45 años. Es decir, ni la izquierda ni la derecha parecen creer en la economía productiva como la palanca adecuada para que no haya precariedad laboral en España. Malas noticias para los jóvenes...

@J_L_Gomez

Te puede interesar