TEMPORALES DE VERANO

La maleza y ríos mal canalizados, el mayor peligro de las tormentas

La falta de previsión y limpieza agravó los daños de las riadas el lunes en Monterrei y hace un año en Xunqueira de Espadanedo

La falta de limpieza y las canalizaciones de los cauces fluviales, sobre todo en las zonas habitadas fueron los causantes de los destrozos que ocasionó la tormenta del pasado lunes en Infesta, Vilaza, Albarellos (Monterrei) y hace justo un año en Barrio (Xunqueira de Espadanedo). El presidente de los comuneros de Infesta lo tiene claro: "Se o regato que baixa da montaña e o río Rubín estiveran limpos non pasaba esto", lamenta.

Los vecinos de Xunqueira de Espadanedo se solidarizan con lo que están viviendo en Monterrei. "Eiquí pasounos o mesmo", asegura uno de los vecinos a los que se le inundó de piedras y lodo su casa hace justo un año, Miguel De Dios.

Pero no fueron los únicos lugares afectados últimamente por esta explosiva situación meteorológica –de naturaleza muy local y que se genera por una suma de factores como masas de aire de diferentes temperaturas y la propia posición geográfica, que acaban desembocando en potentes lluvias–. La tormenta que provocó los destrozos en Barrio también inundó ese mismo día de 2018 bajos en Pardellas (Parada de Sil) y San Amaro. Y una avalancha de agua que bajó de una ladera de la sierra de San Mamede tras una tormenta se llevó por delante, el 5 de junio del 2015, parte de la carretera que enlaza Prado y Rebordechao (Vilar de Barrio). El arroyo estaba lleno de maleza.

El río Rubín, afluente del Búbal y este, a la vez del Támega, no es la primera vez que se desborda ocasionando daños en Albarellos y Vilaza (Monterrei). El río discurre por ambas zonas encajonado entre muros de hormigón y piedra. La Hidrográfica del Duero es conocedora de la situación y llevó a cabo trabajos en el 2009 por importe de 480.000 euros. Las obras finalizaron ese diciembre y desde entonces no hubo más actuaciones.

El Concello de Monterrei aprobó ayer por unanimidad en sesión plenaria solicitar que las localidades de Infesta, Guimarei, Albarellos, A Caridade, A Salgueira y Vilaza sean declaradas zonas de emergencia tras los daños que ocasionó la tormenta. El alcalde, José Luis Suárez, elevó los desperfectos en los espacios y mobiliario público (bancos marquesinas, farolas, carreteras calles y caminos) a 1.500.000 euros. "Os danos ocasionados nos cultivos, sobre todo viñedo, e en inmobles particulares son cuantiosos. Os afectados os valorarán nos próximos días", apuntó el regidor popular.

La declaración de zona de emergencia va dirigida al Gobierno central, Xunta y Diputación para que habiliten líneas de ayudas para subsanar los desperfectos, tanto públicos como particulares.

La Corporación Municipal, además, se dirigió a la Confederación Hidrográfica del Duero –es la que tiene competencias en la zona– para que adecente el curso de los arroyos y ríos Rubín y Búbal, los que más agua aportan al Támega, que ayer llegaba a Verín con un caudal de 0,64 metros cúbicos por segundo. El nivel del agua era, según el organismo de cuenca, de 0,14 metros. Una vez rebasado el casco urbano de Verín, donde se une con el Búbal, el caudal era de 3,07 metros cúbicos por segundo. El nivel del agua subía hasta los 0,76 metros.

Técnicos del Hidrográfica del Duero ya inspeccionaron los daños que ocasionó la tormenta con el objetivo de elaborar un proyecto y acometer mejoras de reposición de los cauces.

Los diputados del PSOE en el Congreso Adolfo Pérez y Marina Ortega, así como el senador socialista Juan Carlos Francisco aseguraban estar pendientes de la declaración de la zona de emergencia y de los daños para instar al Gobierno a tomar "las medidas necesarias" y poner en marcha "ayudas para paliar los daños tanto en la coamarca de Monterrei como en la de Valdeorras". En esta última también se produjeron inundaciones y el granizo destrozó viñedos.


"Non recibimos nada"


La Corporación de Xunqueira de Espadanedo también aprobó hace un año la declaración de zona de emergencia tras la tormenta pero las ayudas solo fueron para retirar los escombros de las calles y de las viviendas que se inundaron. "O meu coche levouno a grúa o desguace, quedou inservible. Tuven que comprar outro e a única axuda foi do fondo de compensación do seguro", apunta una de las afectadas, María Conde.

Los vecinos de Monterrei continuaban ayer con los trabajos de limpieza en sus inmuebles. Al mismo tiempo, efectivos de la Diputación, Tragasa, Guardia Civil, Protección Civil y bomberos retiraban lodo y piedra, prestando también ayuda en la limpieza al vecindario. 

Te puede interesar