Opinión

Mamá, quiero ser politólogo

Pues sí. Yo también quiero ser politólogo ¿qué pasa, le molesta a alguien? ¿No tengo derecho a ser politólogo o qué? ¿O no tenemos todos los mismos derechos? La politología es una forma de ganarse la vida como otra cualquiera. Un respeto, por favor.

La verdad es que no sé muy bien donde se estudia eso de la politología y me parece que para mí va siendo un poco tarde volver a las aulas a estas alturas y pasarme el día tomando apuntes, pero si alguien me dice donde se hace prometo hincar los codos, e incluso hincar el resto de mis articulaciones para lograrlo.

Yo quiero ser politólogo como Jorge Verstrynge, Felipe González o José María Aznar. Quiero que me llamen de la Sexta para pedirme mi opinión en directo sobre cualquier cosa y cuando acabe de soltar las idioteces que se me hayan ocurrido en el momento, me despidan con un "muchas gracias, profesor, maestro, politólogo". Eso es lo que quiero. Eso me haría muy feliz. De verdad. Feliz como un periquito bien alimentado.

Aquí, en este país antes llamado España, hemos pasado repentinamente de "mamá quiero ser artista", a "mamá quiero ser politólogo". No sé lo que cobra un politólogo, pero seguro que cobra bastante. Yo creo que me daría para pagar la hipoteca. A fin de cuentas mi hipoteca es pequeñita. Una hipotequita de nada. Una fruslería.

Lo de "quiero ser politólogo" daría además para una buena canción pop de los ochenta, no me digan ustedes. Piénsenlo. Cuando yo iba con mis amigos de Madrid al Rockola, en aquellos maravillosos años juveniles, cómo nos hubiera gustado oír una canción así, dios, ¡qué maravilla sería!: Quiero ser politólogo. ¿Se la imaginan? Interpretada por ejemplo por Alaska, Nacho Canut y Mario Vaquerizo quedaría genial. "Quiero ser polito, polito, poli, poli, politólogo / ¡ah, mamá! quiero ser politólogo / déjame estudiar politología / ¡Ay qué gusto me daría! / polito, polo, polito, politología." El tema lo podría redondear el gran (y pequeño a la vez) Coque Malla con aquello de "adiós papá, adiós papá / consíguenos un poco de dinero más."

Ok. Me voy a poner a estudiar politología. Lo juro. Aunque soy mayor creo que aun tengo una oportunidad para eso. A fin de cuentas me da la impresión, no sé por qué, de que la carrera de politología se saca en diez minutos con nota. Sin esforzarse mucho. Creo que yo podría hacerlo fácilmente. Soy vago pero listo, no se crean. Tengo que buscar el temario en internet y echarle un vistazo. Supongo que podré encontrarlo fácilmente en la web de la Universidad Juan Carlos I. Mañana lo hago. Hoy no, porque a mí lo que me va en realidad es la procrastinación y siempre prefiero dejar todo para el día siguiente. Estas cosas son como un guiso o un estofado, si las dejas reposar... al otro día están mucho mejor. Poli, poli, politología. ¡Ay qué gusto me daría!

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