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Un manto de paja frenará la erosión del suelo en el Xurés

La técnica del "mulching" se aplicará en siete concellos ourensanos con una inversión de 600.000 euros

Las laderas del Xurés calcinadas en el gran incendio registrado en septiembre en Lobios fueron escenario ayer del desarrollo de los trabajos de "helimulching", una técnica de acolchado pionera en el conjunto de Europa que, en el caso de zonas de fuerte pendiente, utiliza un helicóptero para extender la paja que contribuye a frenar la erosión del suelo y recuperar el potencial forestal.

La zona de Espendelo fue la base de operaciones de la actuación, liderada por la Consellería do Medio Rural en base a los criterios y directrices marcadas desde el Centro de Investigación Forestal de Lourizán, donde el helicóptero cargaba las alpacas  que después esparció por dos zonas concretas de Río Caldo, sumando 81 hectáreas de extensión. "Se trata de poner una venda, que nada toque esa parte calcinada, esa herida" para la recuperación de la cobertura vegetal, resumía Cristina Fernández Filgueira, del Centro Forestal de Lourizán, quien acompañó al conselleiro de Medio Rural, José González, en su visita a Lobios. Fernández Filgueira fue la encargada de explicar, junto con el director xeral de Montes, Tomás Fernández-Couto, la actuación de estabilización de urgencia y emergencia de una técnica importada de América y que contribuye a frenar la erosión "con resultados por riba do 90% de eficacia, e nalgúns casos, do 98%", dijo Fernández-Couto.

El trabajo de los técnicos del Centro de Lourizán, que en 2013 publicaron un protocolo inédito en la materia, comenzó el lunes siguiente a la extinción del incendio que arrasó 2.000 hectáreas en Lobios, analizando el suelo y la cobertura vegetal para identificar las zonas con mayor riesgo de erosión. Una labor que también han desarrollado en los otros seis concellos ourensanos víctimas de los grandes incendios de 2020. Preguntado por la tardanza en el inicio del trabajo sobre el terreno, el conselleiro reconocía que ha sido necesario un tiempo para poner en marcha la "maquinaria" administrativa, pero que el criterio que le trasladan los técnicos es que "si os traballos se fan dentro deste ano, vai a ser igual de efectivo", dijo.

La intervención en la provincia sumará una extensión total de 209 hectáreas y 600.000 euros de inversión. "Eles -por los técnicos de Lourizán- tiñan que indicarnos as hectáreas e nós facer o investimento que fose necesario", dijo sobre la planificación de la actuación. Punto que aprovechó para agradecer el trabajo que en el Xurés está realizando ya la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil para evitar que los arrastres dañen las cuencas fluviales.

Territorio resiliente

En cuanto al esclarecimiento de los incendios, González dijo que se sigue trabajando para dar con los autores y que la apuesta por la tecnología en la investigación surte efecto, aludiendo al incendiario detenido en un concello de Ourense. 

Más allá de apoyar la investigación, José González insistió en la necesidad de preparar el territorio para minimizar las consecuencias de los incendios. En este sentido, anunció que a medio-largo plazo "imos a vir con propostas dun tratamento integral do Xurés, buscando unha planificación preventiva que nos permita dunha vez loitar dun xeito permanente contra os incendios forestais", dijo el conselleiro sobre un planteamiento en el que están trabajando en colaboración con Medio Ambiente y que pasa "pola ordenación do territorio e pola procura desa infraestrutura preventiva que nos permita loitar con máis garantías. Facer máis resiliente este territorio extraordinario". 

Dentro de este trabajo de planificación preventiva, ayer se puso en marcha la revisión de la Ley de Prevención y Extinción de Incendios que tendrá en cuenta esa ordenación y en donde colaboran, dijo González, el Centro de Lourizán, el Consello Forestal, las universidades y el Servizo de Prevención e Extinción de Incendios.

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