En Ourense

Las marquesinas no convencen a los usuarios de autobús

Paola Chamorro y José Luis Álvarez.
photo_camera Paola Chamorro y José Luis Álvarez.

Las nuevas marquesinas, que funcionan como parada provisional mientras no finaliza la construcción de la nueva estación de bus en A Ponte y avanza la demolición de la antigua terminal, provocan críticas entre los usuarios del transporte público.

En palabras de la viguesa Paola Chamorro, que aguarda para regresar en autobús a su ciudad, "deberían haber terminado primero la estación nueva. Además, no hay información por ningún lado en la marquesina, ni un solo cartel". Esta consideración es compartida por buena parte de los viajeros que se acercan a la parada, y a Chamorro tampoco le convence el proyecto: "En la nueva estación se dejaron mucho dinero, demasiado, habiendo gente que lo está pasando muy mal". Sí valora la intención de la Xunta de convertir la antigua terminal en una residencia de ancianos: "Dará trabajo a mucha gente".

Alex Obiols, vecino de Ourense, rompe una lanza en favor de las nuevas marquesinas: "Para salir del paso me parece bien". En cuanto a la posibilidad de que se formen aglomeraciones hasta la apertura de la estación de A Ponte prevista para el mes de diciembre, recalca que "la gente tiene que ser también responsable, no se puede culpar a la administración de todo".

La estudiante Érika Coego, que aguarda el autobús de vuelta a su casa, recalca que "deberían haber pensado más en los usuarios habituales y en las personas mayores. Se van a amontonar". Tanto Chamorro como el ourensano José Luis Álvarez advierten también que esta solución provisional es "incómoda" para los propios conductores: "Deberían cambiar la parada del bus urbano, porque lo tienen complicado para girar y ya van justas de tiempo las líneas. Y cuando venga el mal tiempo la gente lo va a pasar muy mal, con lluvia, frío... Ha sido una cagada impresionante", concluye Álvarez. 

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