Las mascarillas se han convertido ya en un elemento de la vida diaria de los ourensanos. Las calles han universalizado el uso de este complemento ante el temor a posibles rebrotes del COVID-19. Cientos de ourensanos acudieron ayer a las farmacias espoleados, por un lado, por el desatasco de las listas de espera –donde las hay– y, por otro, por las noticias del precio máximo en las mascarillas quirúrgicas, con 0,96 euros por unidad. "Me cobraron menos de un euro, y el gel a 7,50, cuando antes pagaba 11", celebraba una ourensana a la salida de una farmacia de la rúa Ervedelo.
Alegría a medias
Muchos, pese a mostrar su alegría por la contención de los precios, también apuntaban una petición a mayores, que el Gobierno el que facilite mascarillas gratis, al menos un kit básico. Las farmacias c confirmaban que el precio se había ya fijado en ese máximo impuesto por el Gobierno. "Lo estamos haciendo desde el propio día que se anunció sin esperar a que saliese en el Boletín Oficial del Estado", apunta Marina López, farmacéutica de O Couto, que señala, además, que en las últimas semanas "ya se estaban vendiendo a precios de coste". El problema, apuntan, es que los precios en origen han llegado a alcanzar picos importantes, "el problema venía cuando el sobrecoste llegaba del país de origen".
Aunque de momento hay stock suficiente, y las farmacias están teniendo capacidad de dispensar suficientes mascarillas, hay que tener "cautela" ante posibles desabastecimientos, que ahora no hay. "Desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos se pidió que se hiciera control desde la industria de origen hasta el destino en farmacia", dice el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Ourense, Santiago Leyes.
Cautela ante el futuro
"Los suministros son internacionales y podría haber problemas en el futuro", sostiene Leyes, que , sin embargo, asegura que hoy "no debería haber problemas en conseguir mascarillas quirúrgicas", es decir, las más baratas y también más básicas. "El suministro a las oficinas de farmacia es casi diario". Hay mayor problema, incide Leyes, en las mascarillas FPP2, "donde son menos frecuentes los suministros".
Los usuarios consultados ayer y que hacían acopio de material de protección aseguraron que "no había problema en conseguir bastantes unidades". Así, una de las consultadas, que tiene hasta cuatro niños en casa, señalaba que "había pedido la cita, estábamos esperando desde el lunes y nos llamaron hoy. Pedimos 13 y nos las dieron sin problemas, y al nuevo precio".
Santiago Leyes precisa que las farmacias establecen "criterios de venta racional" priorizando a personas que conviven con pacientes COVID-19 o los más vulnerables.
Altibajos
Los precios, ahora estables en las mascarillas quirúrgicas con el nuevo tope de Gobierno, han sufrido "altibajos" desde el inicio de la pandemia, con "algún pico". Es cierto que hay alguna farmacia ourensana obligada a vender ahora a pérdidas algunas unidades, "aquellas que hicieron un pedido amplio al principio de la crisis, este tardó en llegar, y aún tienen ese stock, que compraron a precios más altos".
"Ahora lo importante es que la gente necesita mascarillas y se les están dando. Aquí no hacemos lista de espera, como en otras. Creemos que al menos una, dos o tres al mes deberían entrar por la tarjeta sanitaria", explica Marina López. Una situación con la que concuerdan gran parte del público que se congrega a las puertas. "Lo que es ahora casi tarea imposible es conseguir guantes". ¿Mascarillas? "La quirúrgica hoy la hay, y creo que seguirá habiendo en una semana. El tema no es la mascarilla quirúrgica. Cuando nos dejen salir a la calle tenemos que llevar todos encima una FFP2, que andará sobre 5 o 6 euros", añade López.
Los usuarios piden más: gratuidad
Los usuarios están satisfechos con los precios. "Me llamaron por teléfono para decir que viniera, estaba en lista de espera. Me parece genial que estén a 0,96 euros, pero ya que estamos en una pandemia, el Gobierno debería dar mascarillas gratis, es algo fundamental, que no se compra por gusto. Estamos en estado de alarma, son mascarillas de usar y tirar y hay gente que no tiene lo suficiente. Primero habría que surtir bien a todo el país, esto va a durar mucho", explica Elena Bouzas, acompañada de su hija Stephany Briseño, que "hasta ahora no había tenido mascarilla". Y Tiene en casa cuatro niños y una mujer embarazada "que no han salido de casa", aunque ahora precisan "armarse" ante la llegada del desconfinamiento. También en la cola hay quien, como José Pereira, prefiere "seguir usando unha pantalla protectora, dáme menos incomodidade", o quien ya se surtió "antes do Entroido, e xa empezaba a haber problemas". Otras personas, como Teresa Atrio, también dice "ya es hora de que el Gobierno las dé gratis", mientras porta una "que hice yo misma. Había que salir a la calle, había que ir de alguna manera". Ayer se hacía con su primer cargamento de mascarillas quirúrgicas: "Ahora ya encargué de las buenas", decía al salir.
