La actividad comercial regresaba a las plazas Maior y Cervantes de Celanova donde, tras dos semanas sin actividad, ayer se celebró parcialmente el mercado tradicional de los jueves. Unos 15 puestos de alimentación, venta de flores y derivados destinados a la celebración del día de Fieles Difuntos participaron en un evento marcado por las restricciones sanitarias.
Desde el Concello, el alcalde Antonio Puga valoraba positivamente el desarrollo del mercado, que en todo momento estuvo controlado para velar por el cumplimiento de la normativa, especialmente la que hacía referencia a la concentración de personas. "A xente foi moi respectuosa e a idea é tratar de mantela e mesmo de ampliala ao 50% dos postos que marca a normativa", dijo el regidor de Celanova Decide, con la idea de permitir el trabajo de los feriantes. No obstante, insistía en que la decisión se tomará conforme a la situación epidemiología y las circunstancias sanitarias. Los feriantes y el público consultado en la soleada mañana agradecía la posibilidad de poder realizar las compras en el mercado, sobretodo las relacionadas con las flores pensando en la celebración dominical.
En este sentido, la villa trata de mantener la normalidad y, desde hoy y hasta el domingo, comercio y hostelería celebran "Samaín en pequeniño". Una versión reducida del programa inicial que incluye decoración en calles y negocios, la venta de la "Bica Samaiña" en panaderías y de "porco celta" en la hostelería.
