Adegas Moure destila el bagazo de sus propias uvas y de alguna más que adquiere en el entorno, pero siempre trabaja con variedades que están amparadas por la denominación de origen Ribeira Sacra
La complejidad burocrática que ello entraña ha espantado a muchas bodegas a desarrollar eso que ahora se denomina economía circular, aprovechando los desechos de su producción para crear nuevos productos con valor añadido. En realidad es una historia muy vieja en Galicia y los viticultores y bodegueros de hace un siglo la desarrollaban no porque fuesen adelantados a su tiempo, sino por necesidad de obtener el máximo rendimiento de la uva. Así, tras la elaboración del vino, y sobre todo de los tintos, en los que se fermentaba la uva entera, se destinaba el bagazo a la elaboración del aguardiente.
Hoy día son muy pocas las bodegas que realizan el ciclo completo y Adegas Moure se encuentra entre ellas. Hay que decir más: fue partícipe de la fundación de la denominación de origen Ribeira Sacra y también de la indicación geográfica protegida “Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia”. Casualmente, los licores obtuvieron sello de origen antes que los vinos, porque la IGP se constituyó antes que la DO Ribeira Sacra.
Vinculada al paisaje en la que se encuentran sus fincas, en la subzona de las Ribeiras do Miño, Adegas Moure destila el bagazo de sus propias uvas y de alguna más que adquiere en el entorno, pero siempre trabaja con variedades que están amparadas por la denominación de origen Ribeira Sacra. En su destilería se elaboran licores tradicionales, sobre todo con el aguardiente de bagazo como elemento base y también licores de estilo más internacional como su ginebra premium Ana.
Entre los licores tradicionales, aunque se escapa de los convencionales, a saber, aguardiente de hierbas, licor café etcétera, elaboran este licor de miel en el que se destila el aguardiente por arrastre de vapor, utilizando solo los corazones de cada tirada, y luego en la botella se le añade miel ecológica de Galicia. La combinación de ambos elementos le confiere al licor un carácter denso, con un toque de melaza y la presencia de los aromas florales que aportan tanto la miel como las variedades de uva con las que está elaborada el aguardiente, que básicamente son, Mencía y Albariño. Conviene agitar antes de servir.
