No hay rincón de la provincia que permanezca ajeno a la celebración de los magostos. Colectivos vecinales, entidades culturales o concellos han puesto todo de su parte para que la tradición se perpetúe.
El magosto convocó a centenares de personas en toda la provincia, buena parte de ellos bajo techo, para ponerse a salvo de las inclemencias del tiempo. A mediodía o a la caída de la tarde la tradición revivió el menú a base de castañas, vino, carne o cualquier otro producto típico que se añada a cualquier menú. Localidades como Verea, Xinzo de Limia, Parada de Sil o Sandiás acuden a estas páginas y con estas imágenes para evidenciar que el magosto y su tradición se rejuvenece cada año.