Entrevista

“En muchas parroquias son los vecinos los que mantienen las iglesias"

OURENSE (OBISPADO). 07/11/2019. OURENSE. Entrevista a Raúl González Afonso. FOTO: ÓSCAR PINAL
photo_camera Raúl Alfonso González, delegado de Asuntos Económicos (ÓSCAR PINAL).
Raúl Alfonso González es el delegado episcopal de AAsuntos Económicos del Obispado de Ourense

Este domingo se celebra el Día de la Iglesia Diocesana, una efeméride dedicada a los fieles y a su trabajo en la comunidad religiosa. "Si no fuese por la colaboración de los gente, muchas de las parroquias de nuestra provincia estarían cerradas o caídas", explica Raúl Alfonso González, delegado episcopal de Asuntos Económicos del Obispado de Ourense. Además, esta celebración también procura concienciar a la sociedad y animarla a tomar un papel activo en la Iglesia. En una provincia envejecida como la ourensana, los fieles se vuelven "clave". 

Queda poco para que se termine el Sínodo.

Es un acontecimiento muy importante que está implicando a mucha gente, el obispo está escuchando numerosas propuestas en orden a renovar la vida pastoral de Ourense. Es un momento de esperanza, este 2019 es positivo para nuestra Iglesia. 

¿Cómo están las cuentas de la diócesis?

La Iglesia a nivel económico no tiene más que lo que los fieles ponen en sus manos, lo que genera con sus recursos es mínimo. Dependemos mucho de la asignación tributaria a través de la Conferencia Episcopal, que no ha variado mucho respecto a otros años. Ese es el camino más sencillo para colaborar, pero es básica la ayuda directa de la gente. 

Sobre todo en las zonas rurales. 

Lo más importante de las parroquias es el templo, y los que se encargan de conservar y de mantener esos templos son los fieles. Son los vecinos los que limpian, los que cuidan, los que llaman al párroco si hay alguna gotera, algún problema. Ellos se encargan de la conservación y del mantenimiento.

Uno de los cambios de las parroquias es la centralización en un lugar de referencia. ¿Les cuesta a los fieles acostumbrarse?

Mucho, pero también cuando se explica bien, cuando ven la realidad, la aceptan. Además, es una riqueza. La catequesis, antiguamente, se hacía en cada parroquia. A veces solo había un niño y eso es impensable, tiene que estar en un punto común. Es una experiencia más positiva, mejor que la otra, como no es lo mismo una misa con tres personas que una con más fieles. 

En la provincia hay mucho patrimonio eclesiástico, ¿reclaman más colaboración institucional para su conservación?

El patrimonio cultural y artístico de nuestra provincia es, en su gran mayoría, eclesiástico. La administración entiende la situación y hace esfuerzos en ayudarnos, tengo que reconocer que la Diputación supone una gran alianza en la conservación de las parroquias. La Xunta también hace inversiones de gran envergadura, pero la Diputación colabora en cantidad de lugares. También tenemos colaboración de la sociedad civil, que en forma asociaciones, mancomunidades, también aporta en estas obras. Esa idea de que la Iglesia es rica no es cierta, nuestro patrimonio no es nuestro, no podemos disponer de él.

¿Cree que es distinta la vara de medir con la Iglesia?

Cuando lees o escuchas ciertas cosas te da esa impresión, cuando uno es honesto explica las cosas completas. La Iglesia no paga el IBI de los edificios que usa para su funcionamiento, pero eso es por la Ley de Mecenazgo, una ley que afecta a entidades como federaciones deportivas, fundaciones, ONGs... 

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