ENTREVISTA

"De nada vale hablar de igualdad de género si en casa ves lo contrario"

Laura Suárez, portavoz de APES y educadora social.
photo_camera Laura Suárez, portavoz de APES y educadora social.

Laura Suárez, portavoz de la asociación APES y educadora social, reflexiona sobre las herramientas necesarias para disminuir las cifras de infracciones cometidas por menores

El equipo de la asociación APES defiende que la prevención es la mejor vacuna contra las conductas delictivas. Por ello, en 2012, después de trabajar con personas privadas de libertad cuatro años, sus profesionales decidieron acercarse también a los más jóvenes. Si en la provincia se triplicó el número de infracciones de menores durante 2017 con respecto a 2016, desde APES tienen claro la receta: más concienciación e implicación. Laura Suárez (Ourense, 1989), portavoz de la asociación y educadora social, reflexiona sobre las herramientas necesarias para disminuir las cifras.

¿A qué se puede deber ese aumento de delitos entre menores?

Un porqué no lo sé, pero hay muchas cosas que coindicen con los rasgos de las personas que están en prisión, como el consumo de drogas temprano, trastornos sin diagnosticar, falta de alternativas saludables para el tiempo libre o la falta de límites en las familias. Creo que es un conjunto de pequeños factores de riesgo que finalmente te llevan a la comisión de un delito.

¿En qué momento decide APES empezar a trabajar en la prevención?

Después de cuatro años pensamos en por qué no empezar nuestra labor antes de que aparezca el problema. Por eso, apuntamos a la base, a los niños, y ahora trabajamos con jóvenes de entre 3 y 17 años. 

¿Qué herramientas emplean? 

Nosotras utilizamos la metodología de aprendizaje y servicio, que consiste en implementar en el currículum escolar diversas temáticas, como vandalismo, acoso escolar, violencia filioparental, igualdad de género o voluntariado, por ejemplo. 

¿Cuál es la idea?

Que no vean estos problemas sociales como algo ajeno a ellos, sino que los interioricen, los trabajen, los conozcan y los transmitan a los demás. Si yo o cualquiera de mis compañeras va a darles una charla al centro sobre violencia de género, está demostrado que a los tres minutos desconectan. O les das algo que les enganches o se olvidan de ti. 

¿Falta motivación?

Claro. Imagínate, no me gusta estar en clase de Lengua, pero me gusta rapear. Pues lo que vamos a hacer es hacer entre todos la letra de una canción contra el acoso escolar y tú vas a cantar la canción. Eso, obviamente, motiva. Nuestra metodología busca motivar y potenciar virtudes.

¿La ciudad no piensa en los adolescentes?

Yo creo que el problema es que no se da a conocer la oferta que existe. Si entras en la página de la Concellería de Voluntariado, por ejemplo, sí que hay opciones.

¿Cómo fomentan su participación en el voluntariado?

Tenemos un proyecto, Engánchate al voluntariado, en el que personas privadas de libertad explican su experiencia desde que han comenzado a ser voluntarios. A través de sus historias se busca que los alumnos reflexionen sobre sus conductas. 

¿Qué resultado tiene entre los jóvenes?

En función de la historia de vida de cada uno ves caras de que les está tocando donde duele, sobre todo si son perfiles normalizados, con los que se pueden llegar a sentir identificados. Y eso impacta muchísimo, claro.

¿Cómo se trabaja la prevención entre los adolescentes?

Es como la educación, no puede venir solo de un solo canal. De nada vale que yo te hable de igualdad de género si después lo que ves en tu casa es una realidad completamente diferente. La prevención debería estar en todos los factores que están en el entorno de esos adolescentes.

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