MÚSICA

A estos artistas, nadie les vio despedirse

Dibujo
photo_camera La muerte del líder de Nirvana, Kurt Cobain fue "oficialmente" un suicidio.

No es un fenómeno anecdótico en la larga lista de fallecidos en el mundo del rock que las circunstancias de la muerte hayan quedado envuelta en un halo de misterio.

La muerte de la cantante irlandesa Dolores O'Riordan en unas circunstancias que a la hora de escribir este artículo siguen sin estar aclaradas, y en torno a las cuales ya empiezan a correr caudalosos ríos de tinta en forma de especulaciones y rumores que apuntan a suicidio por un lado -padecía depresión y trastorno bipolar- o a una mala administración de sus medicamentos. sigue dando que hablar. Si como cabe esperar, se practicará autopsia, es probable que tardemos mucho tiempo en conocer sus conclusiones y si entran por medio familiares, compañía discográfica o agentes de seguros con cláusulas inesperadas en los contratos, quizá el resultado de esa autopsia no llegue a conocerse nunca. 

No es un fenómeno anecdótico en la larga lista de fallecidos en el mundo del rock que las circunstancias de la muerte hayan quedado envuelta en un halo de misterio. Brian Jones, el guitarrista de los Rolling Stones murió ahogado en la piscina de su casa de Cotchford Farm el 2 de julio de 1969. Oficialmente, al sobrevenirle un ataque de asma, dolencia que padecía desde niño, mientras estaba buceando. Durante años, se comentó que Brian Jones, aunque se encontraba limpio en el momento de su muerte, debía cuantiosas cantidades de dinero a sus antiguos traficantes de los tiempos en los que era drogadicto y que estos, gente muy peligrosa del hampa londinense, pudieron tener una directa responsabilidad en su deceso. ¿Accidente u homicidio? Si hemos de creer la versión del constructor Frank Thorogood, presente en la casa del Stone aquella noche del que se dice que en su lecho de muerte a finales de los 90 confesó haber sido el inductor y cooperador necesario en la muerte de Jones, queda clara la segunda opción. 

Muertes misteriosas

Jim Morrison, líder de The Doors, en julio de 1971 se había retirado a vivir a París. Según se relata en el excelente libro de Jerry Hopkins y Danny Saugerman “Jim Morrison, de aquí nadie sale vivo” (Celeste Ediciones, 1996) en la noche del 2 de julio de 1971 Jim, su pareja Pamela y una tercera persona salieron a cenar y fueron al cine. En la versión de Pamela, tras terminar la proyección los dos volvieron a casa y se acostaron, pero Jim estaba desvelado y se fue a la salón a ver películas en super 8 de sus viajes por Marruecos. Tanto Pamela como él esnifaron algunas rayas de heroína y ella se fue a dormir. Cuando despertó, encontró su cadáver sumergido en la bañera, con restos de vómito. Según otras versiones, Jim Morrison fue al Rock'n'Roll Circus, un conocido club de París frecuentado por traficantes y allí mismo consumió una dosis de heroína letal. Ya fallecido, le sacaron del local y llevaron a su casa, depositándolo en la bañera. E incluso hay quien asegura que le vieron esa misma noche de incógnito y con gafas negras en el Aeropuerto de Le Bourget tomando un avión hacia Sudamérica. Inexplicablemente no hubo autopsia y por tanto, su muerte ha quedado como otra de las más misteriosas de la historia del rock.

Elliot Smith, de quien se decía que podía ser el máximo exponente de una nueva generación de cantautores rockeros en América que siguiera a Bob Dylan y Neil Young, es hallado muerto en su casa de Los Angeles el 21 de octubre de 2003 por su pareja, quien afirmó que le encontró con un cuchillo clavado en el pecho, que por los análisis forenses, se determinó que se lo había clavado él mismo, extremo sobre el cual hubo discrepancias entre los médicos encargados del caso. Sus problemas de depresión y alcoholismo abonaban la tesis del suicidio, pero hubo quienes aludieron a la posibilidad de que en el transcurso de una violenta discusión, fuese su pareja la que le asestase la mortal cuchillada, quizá en defensa propia. El disco en el que trabajaba en el momento de su muerte, “From A Basement On The Hill”, se publicó un año después, en 1994, siendo un gran éxito.

Oficialmente, la muerte del líder de Nirvana, Kurt Cobain fue un suicidio producido al volarse la cabeza tras dispararse con un rifle en el cielo de la boca. Se sabe que Cobain se encontraba muy enfermo -de hecho, tuvo que ser hospitalizado en Roma al acabar un concierto y la gira europea que Nirvana estaban protagonizando tuvo que cancelarse- y que estaba siguiendo las primeras fases de un tratamiento de desintoxicación de la heroína. Sin embargo, al practicarse la autopsia de su cuerpo, muchos médicos insistieron que dada la cantidad del mortal polvo blanco encontrada en su sangre, era imposible que en la hora de su muerte estuviera consciente ni que tuviera la fuera suficiente como para sostener un rifle de caza. El hecho de que en las horas inmediatamente posteriores a su muerte se produjeran en sus cuentas bancarias importantes movimientos a favor de su viuda Courtney Love dio lugar no solo a especulaciones disparadas en las más diversas direcciones, sino la publicacón de numerosos libros y hasta la realización de una película-documental titulada “¿Quién mató a Kurt Cobain?” dirigida por Nick Broomfield y que a pesar de muchas de las astracanadas y disparates que incluye, incide con cierta veracidad en la tesis de que el líder de Nirvana fue asesinado. 

A primera hora de la mañana del 1 de febrero de 1995, Richey James Edwards, guitarrista de los galeses Manic Street Preachers salió por la puerta principal del Hotel Embassy de Londres tras hacer el check-out de su habitación. Tomó su automóvil y desde ese momento, nadie volvió a verle ya nunca más. El coche fue encontrado dos semanas después en las inmediaciones de Severn Bridge, un lugar conocido por haber sido elegido por muchos suicidas para quitarse allí la vida. La policía pasó años investigando y buscando tanto a Richey con vida como su cadaver, pero sin éxito. El 23 de octubre de 2008 y tras haber agotado todos los procedimientos policiales, fue declarado oficialmente muerto. Sin embargo, la banda guardó hasta ese momento su parte correspondiente de todos los ingresos que Manic Street Preachers generaba por si en algún momento Richey hubiera reaparecido. 

El 6 de febrero de 2011 la leyenda irlandesa del blues y del rock, Gary Moore, fue encontrado muerto por su pareja en la habitación que ocupaban en el Hotel Kempinski de Estepona, Málaga. La causa de la muerte, un infarto que le sobrevino tras una noche en la que consumió grandes cantidades de alcohol. Al no encontrarse signos de violencia, no se practicó autopsia, pero meses más tarde se filtró que en la habitación se encontraron varias cajas vacías de Viagra. 

Depresión y suicidio

Más recientemente, Chris Cornell, lider de Soundgarden y Audioslave, se ahorcó en el baño de la habitación de su hotel en Detroit al terminar una actuación con Soundgarden. La autopsia reveló que que en su organismo había una cantidad muy superior a la normal de Ativan, medicamento prescrito por su psiquiatra para tratarse de sus problemas de depresión y ansiedad. Uno de los efectos secundarios de tomar una dosis mayor de la indicada de Ativan en enfermos con determinados cuadros clínicos es la posible aparición de confusión, ataques de pánico y tendencias suicidas. 

Chester Bennington, cantante de Linkin'Park, sumamente afectado por la muerte de Cornell, al que admiraba y apreciaba profundamente, publicó a los pocos días de conocerse la trágica noticia en su cuenta de Instagram: “No puedo imaginar el mundo sin ti”. Dos meses después, el día del cumpleaños de Chris Cornell, Chester Bennington se suicidó ahorcándose en su casa de Los Angeles. 

No todos los muertos jóvenes dejan bellos cadáveres. Y sí demasiada tristeza e incomprensión a su alrededor.

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