NARCOTRÁFICO

Los narcos utilizaban mujeres para enviar dinero a Turquía

La investigación del clan ourensano permitió desmantelar varias organizaciones criminales

La investigación antidroga que ha permitido la incautación de siete kilos de heroína y 66 kilos de speed -cantidades consideradas de notoria importancia desde el punto de vista penal- se centralizó en un juzgado ourensano porque la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de A Coruña tuvo constancia que un vecino de la ciudad, Francisco Javier Janeiro Rodríguez "Javito", de 52 años, seguía metido de lleno en el negocio de la heroína pese a su estancia en prisión preventiva por causas pendientes relacionadas con el narcotráfico (este jueves conoció una condena de la Audiencia Nacional de ocho años de cárcel). Su mujer, Rosa María Rodríguez, más de lo mismo. Paralelamente, el turco-holandés Sadullah Unnu, alias Nicol, considerado como uno de los grandes de la heroína a nivel europeo, se paseaba de nuevo por Vigo.

A partir de ahí, tras muchos pinchazos telefónicos y seguimientos,  los especialistas en narcotráfico de la Policía Nacional fueron destapando pequeñas organizaciones dentro de una mayor, en la que Nicol estaba a la cabeza, como proveedor. La rama de Ourense -Javito, su mujer, dos hijos y un colaborador-  supuestamente abarcaban el mercado gallego y del norte de Portugal.

En total, la operación antidroga se saldó con 17 detenidos y 12 registros domiciliarios en Pontevedra, Ourense, Madrid, León, Santander y País Vasco. Aparte de la incautación de speed y heroína, los agentes localizaron 134 bellotas de hachís, 250 gramos de pastillas de hachís, 30 gramos de cocaína en roca, armas y 130.000 euros en efectivo. Pero, sobre todo, permitió desentrañar un modus operandi delictivo muy complejo en el que los abastecedores de los alijos de la heroína incluso se valían de mujeres jóvenes que viajaban expresamente desde Estambul (Turquía) para transportar hasta el país de origen importantes sumas de dinero procedentes de la comercialización del estupefaciente.

Así, los investigadores, según revelaron ayer en A Coruña, pudieron determinar la vía de suministro de la droga, la infraestructura logística de comunicaciones y transporte, así como la red de captación de clientes y distribución en distintas provincias. Identificaron a la persona que facilitaba los vehículos, siendo el encargado de preparar sistemas de ocultación o "caletas" en el interior, sistema que también era empleado para transportar oculto el dinero por parte de otro de los miembros de la organización.

Con la investigación en curso, los agentes fueron progresivamente identificando a otras personas situadas en un escalón inferior en la cadena de distribución del estupefaciente de varios lugares de Galicia y Portugal.

Sadullah Unnu se encargaba de establecer todos los contactos a lo largo del territorio nacional con diferentes distribuidores de heroína. En un mismo día, podía viajar desde Madrid -su centro de operaciones en el que contaba con colaboradores de su total confianza- a Galicia, desplazarse al País Vasco y regresar al punto de partida.  Una vez cerrado el acuerdo, contaba con la infraestructura necesaria para efectuar las entregas y con la colaboración de otras personas para el transporte.

A través de esos viajes, la Policía llegó a otros miembros de la organización, distribuidores y colaboradores en Pontevedra, León, País Vasco y Santander, todos ellos con numerosos antecedentes.

Los investigadores también constataron como en el País Vasco, uno de los colaboradores, mediador y distribuidor del estupefaciente, contaba a su vez con otros miembros de su organización dedicados a la ocultación de sustancias estupefacientes, heroína y speed. 


Javito aguardaba por una entrega de heroína del turco: 65.000 dosis


Los detenidos -ocho de ellos en prisión provisional- están investigados por un delito contra la salud pública y pertenencia a organización criminal. El jefe regional de Operaciones de la Udyco, José Luis Balseiro, aseguró ayer que la organización "estaba muy bien definida", con una estructura estable y una reparto de papeles.  En el caso de Francisco Javier Janeiro, los investigadores sostienen que se valía de diversos colaboradores: unos procuraban la heroína, otros la distribuían, intermediaban o vendían a terceras personas. Un delito de tráfico drogas cometido en el seno de una organización en cantidades de notoria importancia y con la agravante de reincidencia lleva consigo penas de hasta 18 años.

La heroína aprehendida cuando Sadullah Unnu iba a reunirse con Javito hubiera dado para 65.000 dosis. En cuanto al speed en una de las viviendas registradas en el País Vasco, se trata de una de las mayores incautaciones de los últimos años en España. 

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